Como otros aliados de la OTAN, Países Bajos también pretende dotarse de sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), ante las lecciones de la guerra de Ucrania, en España no se avanza aún, aparentemente, en la obtención de un sistema similar
El Departamento de Estado norteamericano acaba de aprobar la posible compra por parte de los Países Bajos del sistema de cohetes de artillería de alta movilidad o High Mobility Artillery Rocket System (HIMARS), de la firma Lockheed Martin, por valor de 670 millones de dólares. Estamos ante un sistema de armas en total alza y altamente demandado tras su suministro a Ucrania desde junio del pasado año y su eficacia en la ejecución de ataques de precisión, de carácter cuasi estratégico, contra las fuerzas rusas en los meses posteriores.
La información la emitió el pasado 16 de febrero la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa o Defense Security Cooperation Agency (DSCA), que también lo notificó al Congreso de Estados Unidos, como exige la ley. Con ello se inicia un periodo de revisión en el Congreso en el que los legisladores podrían, en teoría, celebrar una votación para bloquear la venta, aunque es poco probable dado que los Países Bajos es uno de los más fiables aliados de la OTAN. Así, el acuerdo, que sería a través del US Army, podría cerrarse en las próximas semanas.
La Haya ha solicitado la compra de 20 lanzadores M142 HIMARS, 80 módulos del sistema tácticos de misiles de largo alcance o Army Tactical Missile System (ATACMS) M57, 77 módulos de lanzadores múltiples de cohetes guiados o Guided Multiple Launch Rocket System (GMLRS), además de una serie de vehículos de apoyo, radares y piezas de repuesto. El acuerdo también incluye la formación y el apoyo técnico del gobierno estadounidense y de los contratistas.
El HIMARS, diseñado la multinacional Lockheed Martin y fabricado en su planta de Grand Prairie (Texas), ya está en servicio en Estados Unidos desde 2010, tanto en el US Army como con los Marines, además, varios Ejércitos extranjeros disponen actualmente de ellos, como es el caso de Jordania, Rumanía, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos.
Uno de los HIMARS que desplegó el US Army en Afganistán. (Foto US Army)
Probado en combate en Ucrania
Pero el punto de inflexión de sus ventas ha venido tras el suministro por parte de los Estados Unidos de, al menos, 20 HIMARS a Ucrania, además está previsto que se le entreguen otros 18 en el futuro. Con su llegada a Ucrania, la movilidad y la potencia de fuego del sistema de artillería de cohetes de precisión ayudó a frenar el avance de Rusia y preparó el terreno para la contraofensiva ucraniana del verano y otoño pasados, especialmente con ataques a depósitos, centros de mando y logísticos rusos.
Así, entre 2022 y lo que va de año, otros países que han recibido la aprobación para comprar HIMARS, son Australia, Estonia, Letonia, Lituania y Taiwán, destacando la macro solicitud de Polonia para comprar 486 HIMARS (18 completos, y 468 módulos de lanzamiento, que se montaron en camiones polacos Jelcz), por un importe de 10.000 millones de dólares (9.328 millones de euros), que fue aprobada la semana pasada, que se añadirían a un pedido de 20 autorizado en 2018.
El año pasado, Lockheed Martin anunció planes para ampliar la producción de HIMARS a 96 sistemas anuales. Comenzó en 2022 con una tasa de construcción de 48 unidades al año y había alcanzado una tasa de alrededor de 60 a finales de año. En diciembre se adjudicó por parte del Departamento de Defensa de Estados Unidos a la empresa un contrato de 431 millones de dólares para la producción a pleno rendimiento destinada a cubrir las necesidades del US Army/Marines y las citadas de sus aliados y socios en el extranjero.