El primero de los tan esperados carros de combate M1 Abrams suministrados por el Ejército de los Estados Unidos ha llegado a Ucrania, según acaba de confirmar el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Si bien no se conoce cuántas unidades se han entregado a Ucrania, Washington comprometió a enviar hasta 31 carros de combate o Main Tank Battle (MBT) de la versión más antigua M1A1. Con lo que en breve veremos a estos medios, que antes utilizó el Ejército de Estados Unidos o US Army, participar en la contraofensiva con las fuerzas de Kiev, tratando de recuperar parte del territorio tomado por las tropas rusas a principios de 2022.
La llegada de este carros de combate también la ha confirmado el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en redes sociales, publicando la siguiente declaración el pasado 25 de septiembre en el parte diario de la guerra en curso: “Buenas noticias del ministro de Defensa. El Abrams ya está en Ucrania y se está preparando para reforzar nuestras brigadas. ¡Agradezco a nuestros aliados por cumplir los acuerdos! Estamos buscando nuevos contratos y ampliando las fuentes de suministro (de material de defensa)”.
Mientras tanto, un informe publicado por el New York Times, basado en el testimonio de dos funcionarios de defensa estadounidenses anónimos, asegura que los carros de combate M1 Abrams llegaron a Ucrania el día 24 y que se enviarán más en “los próximos meses”.
En cuanto al número probable de Abrams que se encuentran ahora en Ucrania, El medio Politico informó anteriormente que los primeros 10 llegarían a mediados de septiembre, y que los 21 restantes “durante el otoño”. La semana pasada, el presidente Joe Biden y el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd J. Austin III, afirmaron que serían enviados a Ucrania “en unos días”.
A principios de este mes se informaba asimismo que un grupo de tripulaciones de carros de combate ucranianas habían completado su entrenamiento en el M1A1 en diferentes instalaciones del Ejército de Estados Unidos en Alemania. Ese entrenamiento, con un curso inicial que duró 12 semanas, incluyó lo que se describió como un “ejercicio de fuerza contra fuerza de batallón de armas combinadas” realizado en el área de entrenamiento de Hohenfels, en Baviera, junto la base militar Grafenwöhr.
Uno de los M1A1 “Abrams” del US Army asignado al entrenamiento de los carristas ucranianos, fotografiado en Grafenwöhr (Alemania). (foto US Army)
La esperanza de Ucrania en el Abrams
Estados Unidos ha hecho esfuerzos para acelerar la entrega de Abrams a Ucrania tras decidir que recibirían los de la variante M1A1 reacondicionada, en lugar de tipos M1A2 más modernos.
Si bien Ucrania ha codiciado durante mucho tiempo el Abrams, así como otros MBT occidentales modernos, como los alemanes Leopard 2, no fue hasta enero de este año que el presidente Biden aprobó la entrega de ese lote de M1A1. Anteriormente, se había descartado la entrega por ser un salto adelante con el que se correría el riesgo de una mayor escalada, que probablemente haría que la OTAN se involucrara más en el conflicto.
No hay duda de que Ucrania tiene grandes esperanzas sobre cómo el Abrams podrá contribuir a la contraofensiva y han analizado en detalle qué puede aportar exactamente el M1A1 al campo de batalla. Tales expectativas se deben a que el Abrams es superior a todos los MBT, principalmente de la era soviética, que constituyen la mayor parte de la flota de las Fuerzas Armadas de Ucrania, con un potencial de combate nocturno mucho mejor y niveles muy superiores de protección para proteger las vidas de las valiosas tripulaciones.
Además, el Abrams también dispara, con su cañón M256 de 120 mm, el proyectil perforador de blindaje estabilizado por aletas con casquillo desechable sabot o Armour Piercing Fin-Stabilised Discarding Sabot (APFSDS). Estos proyectiles hacen un efecto de penetración muy superior, gracias a que contienen el polémico uranio empobrecido o Depleted Uranium (DU) u otros metales densos, en lugar de estar dotados de una ojiva explosiva clásica.
Queda claro que el Abrams por sí solo no será una solución milagrosa en la lenta contraofensiva iniciada por las tropas de Ucrania para penetrar en las líneas rusas, profundamente atrincheradas en extensas posiciones defensivas a lo largo de una línea de frente que mide cerca de 1.000 kilómetros.
Entre las múltiples amenazas que tendrán los nuevos carros de combate made in USA están los helicópteros rusos de ataque, principalmente los Kamov Ka-52 Aligator, que parecen haber infligido un alto precio durante la contraofensiva a los blindados ucranianos. (Julio Maíz)