Rolls-Royce completó con éxito la revisión crítica de diseño de su nuevo motor F130, hito significativo en el desarrollo de la completa modernización del actual Boeing B-52H, que extenderá varias décadas su ya larguísima vida operativa al servicio de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Una de las claves de este proceso de upgrade, que conllevará además el cambio de designación de la aeronave a B-52J, es la re-motorización con el F130, que ahora, según informa la británica Rolls Royce, acaba de finalizar la fase de revisión crítica de diseño o CDR (Critical Design Review). El futuro el B-52J, junto al futuro bombardero B-21 Raider, podrá así seguir conformando la columna dorsal de la capacidad de ataque aéreo estratégico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos o USAF (United States Air Force).
Este logro despeja el camino para las etapas finales de desarrollo, incluidas las pruebas y la producción, y acerca el proyecto a la entrega de los nuevos motores para el B-52, que utiliza 8, montados en 4 conjuntos de carenados dobles, bajo sus alas. Estamos ante la enésima modernización de este avión, que lleva al servicio de la USAF desde los primeros años de la década de los sesenta del pasado siglo, habiendo participado en múltiples conflictos que van desde el de Vietnam a la guerra contra el terrorismo islámico en Oriente Medio.
Imagen en vuelo de un B-52H de la USAF, donde se aprecia que es propulsado por 8 motores. (foto USAF)
La CDR se ha logrado tras más de dos años de intenso trabajo de diseño, que implicó una estrecha colaboración entre Rolls-Royce, la USAF y Boeing. El siguiente paso del programa es el inicio de las pruebas de altitud, en febrero de 2025, en el Complejo de Desarrollo de Ingeniería Arnold de Tullahoma (Estado de Tennessee).
“Estamos sumamente orgullosos de haber entregado la CDR del F130 a tiempo para el B-52J y agradecidos por nuestra continua asociación con la USAF y Boeing. (…) Durante la fase de diseño detallado, nuestros equipos han ejecutado un proceso riguroso en estrecha colaboración con nuestros socios”, afirmó Candice Bineyard, directora de ciclo de vida inicial de los programas navales y de defensa de Rolls-Royce.
Además, Rolls-Royce ha completado las primeras fases de pruebas a nivel del mar para el motor F130 en sus instalaciones de Indianápolis, así como las pruebas rápidas de los carenados de los motores, en el Centro Espacial Stennis (Misisipi) de la Agencia Nacional Aeronáutica y del Espacio, la conocisima NASA (National Aeronautics and Space Administration). Estas pruebas han proporcionado datos cruciales sobre el rendimiento y la validación e integración del motor con el B-52J. (Julio Maíz)