Desde hace bastantes años se han ido propiciando montajes de ametralladoras en vehículos de todo tipo en los que se incluía, buscando mejorar la precisión y permitir el empleo de las armas en condiciones adversas, algún módulo de puntería complementario. Ahora acabamos de conocer la existencia de montajes terrestres, que también pueden ir en la caja de transporte de vehículos, para diversos tipos de ametralladoras rusas, que han sido mejorados en diversos aspectos que las hacen más funcionales, amplían su capacidad de fuego, las convierten en sistemas de mayor letalidad y permiten su uso contra objetivos especialmente maniobrables en el entorno terrestre y en el aéreo.
Para afianzar esas cualidades, que se unen a las propias de armas que disparan municiones ligeras como el 5,45x39mm o el 7,62x54R -entre otros- a un ritmo de fuego elevado y con una precisión bastante satisfactoria, lo que se ha hecho es adoptar una serie de cambios sencillos y efectivos que también pueden apuntarse como económicos.
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Se usan ahora trípodes de mayor altura, módulos optrónicos de puntería y equipos sencillos para poder apuntar las armas desde posiciones protegidas. (Octavio Díez Cámara)
Hemos visto que lo que se busca es montajes de ametralladoras que puedan afianzarse en posiciones terrestres que generalmente serán defensivas, por lo que se recurre a robustos trípodes metálicos de media altura que facilitan su apuntamiento también contra objetivos en vuelo.
Para garantizar la máxima potencia de fuego, y acciones sostenidas en el tiempo, se incorpora a los afustes terrestres una serie de cajas metálicas que parecen estar destinadas a acoger municiones en cintas de cien o doscientos cartuchos; los operadores, que seguramente serán el propio tirador y el que le ayude en la alimentación, lo que tienen que hacer es beneficiarse de esos almacenes para favorecer acciones de recarga más rápidas que les permiten ejercer acciones de fuegos de supresión con sus ametralladoras sobre aquellos objetivos que sea pertinente neutralizar o destruir.
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Esta solución, de un arma alimentada con un mecanismo auxiliar, facilita acciones de fuego de larga duración que podrían incluir medio millar de disparos almacenados en las cajas delanteras. (Octavio Díez Cámara)
Para favorecer la puntería del arma, que sigue conservando los elementos mecánicos fijos de modelos de ametralladoras ligeras y medias rusas, como las de los tipos PKM y PKS, lo que se añade es un pequeño módulo con sistemas optrónicos. Una cámara de televisión que puede ser de origen comercial y proveer imágenes de alta resolución y una cámara térmica, que también puede tener ese mismo origen, son las encargadas de proporcionar imágenes más detalladas de los objetivos para que los tiradores puedan ver cómo sus ráfagas se centran en ellos o efectuar correcciones en su fuego; se incluiría, como complemento, un láser medidor de distancias.
El módulo anterior trabajaría asociado a un módulo electrónico que incluso permitiría, empleando algún tipo de ordenador portátil y alguna solución mecánica sencilla y un conjunto de disparo eléctrico, apuntarlas y dispararlas desde una posición en la que los operadores estarían a cubierto del fuego del adversario y más protegidos. Esos cambios, que Rusia está aplicando en unas armas de apoyo de fuego tan versátiles y de tan amplia distribución como son las ametralladoras, son una referencia de que absorben con rapidez las necesidades que han sido contrastadas en combate y que requieren de alguna aportación técnica de mejora. (Octavio Díez Cámara)
