La necesidad de contar con sistemas de armas en los equipos operativos y en núcleos a los que se les asignen cometidos específicos de reconocimiento o de acción directa habría sido clave a la hora de que las fuerzas especiales de Rusia hayan decidido incorporar una nueva ametralladora.
La ametralladora RPL-20 de Kalashnikov ha venido siendo evaluada por ese colectivo durante los últimos meses y los resultados de las pruebas han sido positivos, por lo que pronto podría iniciarse la producción en serie de los primeros lotes. Más aún, desde el Ministerio de Defensa de Rusia se ha anunciado oficialmente que se está evaluando el arma como fase previa a su adquisición.
Esta ametralladora ligera, diseñada por una gran corporación que lleva el nombre de quien en su día diseñara el famoso fusil de asalto AK-47 Kalashnikov, se diseñó hace algunos años y ya habíamos visto anteriormente otros prototipos. El que hemos manipulado recientemente, en Army 24, y cuyas imágenes acompañan estas páginas, tiene algunos cambios notables en lo que es su configuración general y en la ergonomía respecto de otros anteriores y ha sido mejorado en aspectos que permiten fijar en la RPL-20 todo tipo de accesorios y visores de puntería avanzados.
La ametralladora ligera RPL-20, que puede llevar visor térmico, se alimenta por municiones encintadas que se transportan de forma conveniente en una bolsa de tejido. (Octavio Díez Cámara)
La nueva ametralladora ligera de Kalashnikov para las fuerzas especiales rusas y otros colectivos militares ha sido concebida con unas dimensiones y peso que facilitan su transporte por aquel que la tenga asignada, aunque también podría incorporarse a afustes de vehículos ligeros.
Pesa poco más de 5,2 kilogramos equipada para el combate, dispara municiones del 5,45x39mm encintadas dentro de bolsas de transporte para cien o doscientas de ellas, y puede ser provista con cañones cortos y largos que le brindan la posibilidad táctica de adaptarse a diferentes cometidos; cuenta con un dispositivo de cambio rápido de cañón, lo que es de agradecer en la RPL-20 para que pueda acometer acciones de fuego de supresión continuadas que son una de sus principales funciones.
Los raíles del guardamanos permiten fijar todos aquellos accesorios y complementos que la misión de las fuerzas especiales pueda requerir. (Octavio Díez Cámara)
Sabemos que entre las características básicas de este modelo está el hecho que puede realizar sus acciones de fuego a un ritmo de 600 disparos por minuto que ayuda a un mejor control del arma. Se ha previsto que el modelo base sirva para poner a punto otros que disparen otras municiones, un aspecto que las fuerzas especiales agradecerán.
Esta ametralladora ligera incorpora en los cuatro costados de su guardamanos delantero anclajes donde situar complementos que incluirían desde soportes para el asa de transporte, bípodes para asentarla en posición de tiro, láseres visibles e infrarrojos para apuntarla mejor, empuñadura pistolete para asirla de forma conveniente hasta sofisticadas miras de carácter térmico para su uso durante las 24 horas del día y empleo en condiciones adversas.
La RPL-20 incorpora una palanca selectora con seguro y ráfaga libre, aunque seguramente su gatillo estaría configurado para que el que la usa pueda realizar grupos de disparos reducidos y controlados. Señalar que en esta ametralladora ligera destaca la culata con cantonera que incluye una pieza móvil trasera para afianzarla mejor en el hombro del tirador y una carrillera elevable que ajusta el nivel de la visión respecto del sistema de puntería usado. (Octavio Díez Cámara)