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Rusia modifica sus carros de combate T-90M Proryv con sistemas de Zapadores

La curiosa modificación de los carros de combate T-90M Proryv. (Octavio Díez Cámara)
La curiosa modificación de los carros de combate T-90M Proryv. (Octavio Díez Cámara)

La necesidad de apoyar a las tropas desplegadas en Ucrania ha llevado a los estrategas de Rusia a tomar algunas decisiones operativas que son fruto de las lecciones aprendidas en un escenario de enfrentamiento convencional entre dos ejércitos potentes.

Durante la feria Army 24, y dentro del pabellón donde se presentaban al público los más recientes sistemas que están llegando a las estructuras del Ejército de Rusia, pudimos observar una curiosidad táctica.  Mostraban al carro de combate T-90M Proryv, que después de su reciente modernización puede considerarse como el más potente de su segmento de producto que los rusos están empleando en la lucha contra los ucranianos, en una configuración con un sistema de Zapadores que parece poco adecuada para un recurso de la potencia de este ingenio acorazado.

El sistema de Zapadores instalado en el T-90M es un implemento mecánico con varios tipos de rodillos y emisores que detonarán las minas contracarro. (Octavio Díez Cámara)

Lo más habitual sería realizar esa modificación en ingenios más antiguos, pues su cometido los expone a los rigores máximos del combate. Se trata de incluir los sistemas de Zapadores que están diseñados para, por apertura mecánica generando presión que las detonará, abrir zonas de paso seguras en campos donde el adversario haya situado minas contracarro de alta capacidad de neutralización contra carros de combate y blindados de orugas y de ruedas.

Emplear el carro de combate T-90M Proryv es, probablemente, una decisión que han tomado por alguna causa concreta. El mismo lo hemos observado con una cobertura de tejidos sobre su barcaza y torre, para dificultar su detección térmica y con otros sensores, y con una casamata tubular superior bastante elevada de forma que la rejilla que la cubre detenga a los drones que intenten atacar su zona superior.

En la parte frontal, el sistema de Zapadores para abrir pasos en zonas de minas. Se trata de un implemento de grandes dimensiones, y seguramente un peso notable, en el que la primera acción la realizan una serie de rodillos de pequeño tamaño -colgados de cadenas- situados especialmente al frente para que una hipotética detonación sólo les afecte a ellos.

El implemento mecánico instalado en los T-90M es especialmente grande y, seguramente, pesa lo suficiente como para hacer que sus movimientos sean más pausados de lo normal. (Octavio Díez Cámara)

Después, y soportado por una estructura metálica especialmente robusta totalmente pintada de tono verde, hay seis elementos emisores que generan campos magnéticos para actuar sobre las minas de influencia, acción que en el caso de este modelo de carro de combate, y como es habitual, se complementa con unos rodillos metálicos de grandes dimensiones y más contundentes para ejercer una gran presión sobre el suelo y acabar con cualquier mina que no hubiese sido detonada con los dos primeros.

Sobre el carro de combate T-90M Proryv, especialmente dedicado para actuar como punta de lanza de los ataques para intentar penetrar en las estructuras defensivas del adversario, se apuntaba que tiene un peso preparado para el combate de 51 toneladas, alcanza una velocidad de 60 kilómetros por hora gracias a los 1.130 CV de su propulsor V-92S2F, y requiere de sólo tres tripulantes. Estos últimos, de forma rápida, serían los que situarían y retirarían el sistema de Zapadores expuesto, modificación que es relevante para asegurar que las columnas se mueven por zonas limpias de la peligrosa amenaza de las minas. (Octavio Díez Cámara)


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