La eclosión de sistemas aéreos autónomos (UAS, Unmanned Aerial Systems) que se prevé para los campos de batalla convencionales y no convencionales del futuro hace que se requiera de sistemas de armas autónomas con los que hacer de ellos plataformas ofensivas realmente eficaces.
Edge, de Emiratos Árabes Unidos, ha diseñado y está produciendo una serie de armas autónomas aéreas, que pudimos ver en la feria DSA, que parecen combinar eficacia, sencillez y hasta economía, tres factores que, unidos, seguro van a interesar a potenciales clientes.
Las armas en cuestión, que se englobarían dentro de un concepto tan en boga en la actualidad como es el bajo coste, se corresponden con la familia RASH y en ellas llevan trabajando desde principios de esta década. Pueden ser adquiridas en masa al no ser onerosas, ser montadas en distintas plataformas para hacer que los UAS puedan realizar un cometido ofensivo y regresen a su punto de origen, o hasta ser adaptadas a cometidos que puedan ir surgiendo en los próximos años.
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El sistema RASH 3H tiene unas muy buenas cualidades de planeo que le permiten, si se lanza a gran altura, llegar a distancias de hasta 20 km. (Octavio Díez Cámara)
El más compacto de esta familia de armas autónomas, que por su bajo peso puede adaptarse a los UAS de inferiores prestaciones, es el designado RASH 1M, que comprende una granada, que parece ser de mortero de 60mm acoplada a una carcasa con alas. Tiene un peso total de 2,5 kg, puede ser instalada en plataformas que vuelen a casi 300 kilómetros por hora e incluye, buscando su autonomía para alcanzar su objetivo, un sistema de guía basado en posicionamiento global por satélite y en una inercial INS, equipo que se fija previamente en unas coordenadas exactas para hacer que se auto dirija a ellas.
El mismo funcionamiento operativo, al que añadiría atacar objetivos de oportunidad, lo tiene el sistema RASH 2M, aunque por su masa total, que es de 14,5 kg, identificamos que puede servir para transportar una granada de mortero que en este caso será de 120mm. Ambos conceptos señalados consisten en una carcasa con alas de sencilla manufactura en la que se aprecia un sistema sencillo de anclaje donde se fijaría la granada.
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Una carcasa sencilla con alas y un equipo de autoguía son suficientes para llevar una granada de mortero hacia un objetivo determinado de forma precisa. (Octavio Díez Cámara)
Algo más desarrollado es el concepto RASH 2H que tiene el mismo peso que este último pero opta por una configuración de mayor elaboración que comprende ya una carcasa propia del sistema con alas, equipo de guiado y explosivo en su interior para neutralizar su objetivo. Esta arma autónoma parece ser algo menos económica que las dos primeras pues no se aprovecha una granada existente y se recurre a una propuesta específicamente elaborada para tal fin.
Algo mayor, pero con una concepción general casi idéntica a la anterior, es la RASH 3H en la que encontramos detalles como una envergadura alar de 1,4 metros que le permite volar a 685 km/h, una masa de 33 kilogramos que incluye una carga ofensiva significativa, un alcance máximo de 23 km cuando se lanza a alturas de 25.000 pies y un sistema de detonación que produce la deflagración por impacto o al activarse una espoleta de proximidad. (Octavio Díez Cámara)
