Tras las declaraciones del electo presidente Gustavo Petro en contra de la compra de aviones de combate, Iván Duque, actual presidente de Colombia y quien entregará el cargo el próximo 7 de agosto, declaró que la adquisición de estos sistemas de defensa no corresponde a decisiones apresuradas como las han querido hacer ver políticos petristas, si no que se enmarcan en estudios serios de varios años, soportados en la necesidad clara de renovar el equipo militar ya obsoleto.
Duque también resalto la transparencia con la que se estarían haciendo estos contratos, manifestando que está dispuesto a explicar cada uno de ellos a Petro y su grupo de empalme en los próximos días.
Recordemos que la Fuerza Aérea Colombiana viene adelantando desde el gobierno de Juan Manuel Santos el remplazo de los ya obsoletos aviones de combate Kfir, teniéndose en la baraja al F-16 estadounidense, el Gripen E/F sueco, el Eurofighter de la europea Airbus y el Rafale de la francesa Dassault Aviation, esta última con una resiente oferta de 15 aviones nuevos y la posibilidad a futuro de ofrecer 9 unidades adicionales para completar 2 escuadrones de superioridad aérea.
Adicionalmente, las Fuerzas Militares de Colombia vienen adelantando conversaciones para la adquisición de un sistema de defensa antiaérea como pilar fundamental del SISDAN (Sistema Integral de defensa Aérea Nacional), la renovación mediante el proyecto PES (Plataforma Estrategia de Superficie) de las fragatas FS-1500, con casi 40 años en servicio, nuevas piezas de artillería de 155 mm y el remplazo de los A-37 Dragonfly, ya dados de baja.
Existen también indicios de negociaciones para la compra de vehículos LAV lll y tanques de guerra GDLS Abrams M1A2, debido a las condiciones de deterioro y obsolescencia de los EE-11 Urutu y EE-09 Casvabel, adquiridos al final de la década de los 70. (Carlos Vanegas, corresponsal Grupo Edefa en Colombia)
