El Ejército Nacional de Colombia (EJC) es la rama terrestre de las Fuerzas Militares la más grande de las tres. Se encarga de mantener la seguridad en un amplio y complejo marco geográfico de zonas rurales y en la frontera, luchar contra grupos armados ilegales y garantizar la estabilidad en el país.
El Ejército opera una amplia gama de equipos y sistemas, incluyendo vehículos blindados ligeros 4x4 (M-1117), 6x6 (EE-09 Cascavel y EE-11 Urutu) y 8x8 (LAV lll) como también de orugas (M-113A2) y a falta de un carro de combate ha decidido la adquisición de 55 General Dynamics Land Systems (GDLS) 8x8 LAV lll, los cuales serán dotados con una torreta que incluirá un cañón de 30 mm. y con capacidad de disparar misiles antitanque.
El modelo sería la RWS (Remote-Control Weapon Station) Dual Samson de la israelí Rafael Advanced Defense Syistems y el cañon un Orbital ATK de 30x113 mm., acompañado de una ametralladora Browning M2A2 QCB COAX de 12,7x99. Este sistema daría al Ejército la capacidad de abatir objetivos a distancias cercanas a los 8.000 m, si es dotada con misiles Spike ER, presente en los inventarios del EJC.
Estados Unidos donó, a través del programa de transferencia de artículos excedentes de defensa (EDA), 145 vehículos 4x4 M-1117. Aún continúan las entregas.
Otra de las armas a potenciar es la artillería. La adquisición de 18 piezas autopropulsada de 155x52 calibres se firmó con la israelí Elbit Systems, el sistema escogido es el ATMOS 6x6, en un contrato valorado en 102 millones de dólares. Actualmente el EJC cuenta con 13 obús de 155 mm por 52 calibres APU STB V07-10, distribuidos en 3 baterías de 4 unidades cada una.
El Ejército Nacional de Colombia continúa recibiendo los 145 ASV (Armored Security Vehicle) 4x4 M1117 donados por Estados Unidos y a la fecha ya han llegado 86 y se prevé la adquisición de ametralladoras de 12,5 mm. y lanzagranadas de 40 para dotar las torretas que equipan a estos blindados 4x4, Colombia ya operaba este sistema, adquiriendo 39 en 2010, 26 en 2014 y 2 en 2017.
Las tres ramas de las fuerzas militares de Colombia desempeñan papeles distintos, pero complementarios en la seguridad y defensa del país. La Fuerza Aérea se enfoca en la defensa del espacio aéreo, la Armada en la protección de las costas y las aguas, y el Ejército en el territorio terrestre. Cada una de estas ramas tiene su propio conjunto de responsabilidades y equipos especializados para cumplir con sus misiones, pero, a pesar de esto y mientras se escriben estas líneas, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha manifestado que Colombia no comprará armas a países productores que hayan votado en contra o abstención en la proposición el cese al fuego en Gaza en Naciones Unidas.
Deja un manto de dudas sobre la adquisición de los sistemas antes mencionados, pues la mayoría de ellos son de procedencia israelí o de países que no votaron la proposición realizada ante Naciones Unidas de un cese al fuego por parte de Israel, se suman a esto diferentes iniciativas del presidente de Colombia, incluyendo la de condenar por delitos de lesa humanidad al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ante la Corte Penal Internacional. Pero el impacto real de estas manifestaciones, a la luz evidente de las necesidades de equipamiento de las Fuerzas Militares de Colombia y de las necesidades mismas de seguridad del país, ineludibles, no debería tener largo recorrido.