En un momento histórico de elevada tensión militar internacional que podría propiciar enfrentamientos convencionales a corto o medio plazo, se está produciendo una realidad que no es halagüeña en lo que supone para las actuales capacidades de combate del Ejército de Tierra. Nos referimos a la baja paulatina del sistema contracarro de misiles TOW LWL (Light Weapon Launcher) que ha venido siendo uno de los principales activos en la lucha contra blindados y carros de combate durante las tres últimas décadas.
La realidad es que tras la compra de los puestos de tiro del sistema Spike LR y del LR2 -este último en vías de recibirse- parecería bastante lógico dar de baja un equipo que ya es antiguo y en el que no se invierten ya recursos para su mantenimiento, un aspecto que se sustenta con realidades como el que ya se ha dispuesto la retirada del equipo técnico de verificación y homologación del sistema de puntería del TOW en las instalaciones del Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas Antiaéreos, Costa y Misiles (PCMASACOM) cercano a Madrid.
Algunos de los puestos de tiro TOW que se dan de baja están siendo empleados como ornamento en diferentes instalaciones militares. (Octavio Díez Cámara)
La baja de ese sistema empleado en la puesta a punto del módulo optrónico de puntería asociado a los lanzadores usados por el Ejército de Tierra es un paso concluyente en lo que es la retirada del sistema contracarro de misiles TOW, realidad sustentada con el hecho de que algunos de estos equipos están siendo ya dedicados a ser objeto de museo o que se haya decidido emplear algunos de los trípodes que permitían posicionarlos fuera de vehículos para menesteres distintos del original.
El TOW, fue adquirido a finales de 1992 tras acordarlo el Consejo de Ministros. Oficialmente, se compraron 200 lanzadores y 2.000 misiles en los que se invirtieron cerca de doce mil millones de pesetas adjudicados a una sociedad formada por la estadounidense Hughes y la española Inisel, siendo esta última responsable del diseño y suministro de un módulo optrónico de puntería del sistema que era una aportación española y que en sus inicios demostró no ser especialmente eficaz.
La verdad es que con el tiempo el sistema contracarro de misiles TOW, que era filoguiado y tenía un alcance máximo de 4 kilómetros, demostró su potencial como arma ante objetivos en movimiento o fijos; se distribuyó en grupos de 12 lanzadores en unidades como las Compañías de Defensa Contracarro de las diferentes brigadas del Ejército de Tierra y hace unos pocos años, hablando con el capitán jefe de una de ellas, destacaba el valor positivo del sistema en manos de personal que lo conocía especialmente bien y que se había adiestrado en simuladores durante muchos años para usarlo de forma efectiva.
La llegada de los Spike LR y LR2 ha sido uno de los factores que ha influido en que se haya decidido dar de baja los puestos de tiro TOW españoles. (Octavio Díez Cámara)
Se ha difundido que España habría entregado a Ucrania misiles contracarro TOW y si tenemos en cuenta que hace tres décadas que se tiene activo, que se han ido disparando misiles y probablemente no se han repuesto, y que recientemente han llegado otros medios, pues ahora toca la baja de este sistema en el Ejército de Tierra.
Está, por lo que hemos podido conocer, siendo un proceso paulatino y podría ser que la llegada de todos los lanzadores y misiles del Spike LR2 comprados a Israel a través de Pac Tecnos suponga la baja definitiva del TOW que se ha venido usando instalado en vehículos VAMTAC y Nissan ML-6, en blindados de ruedas 6x6 BMR-600 y en los polivalentes blindados de cadena M-113. (Octavio Díez Cámara)