Tras la reunión el pasado 21 de mayo entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, con la general Laura Richardson, comandante del Comando Sur de los Estados Unidos (Southcom), el mandatario del país suramericano, como ya es costumbre, escribió en su cuenta de Twitter la necesidad de que los Estados Unidos apoye a Colombia con armas e inteligencia para la interdicción de drogas.
Manifestó además que la advertencia que realizó el Departamento de Estado de EEUU para que los ciudadanos estadounidenses evitaran viajar a Colombia, solo ayudaba al incremento del narcotráfico y que lo que perdía Colombia con este tipo de anuncios era superior a la ayuda que en temas de defensa y colaboración aprueba el congreso de los Estados Unidos anualmente para Colombia.
La reciente solicitud realizada por Gustavo Petro refuerza la intención del mandatario colombiano de aumentar la lucha contra el tráfico de drogas, recordando que el pasado 20 de abril, tras la reunión que sostuvo con su homólogo estadounidense, Joe Biden, realizaba en su posterior declaración oficial la solicitud de más lanchas, drones y embarcaciones para combatir el narcotráfico.
La intención de Petro va dirigida a atacar el tráfico de drogas durante el transporte y no en las zonas donde la coca es cultivada, indicando que esta labor es realizada por campesinos e indígenas que ven en esta práctica su único medio de sustento, razón por la cual también ha solicitado a los Estados Unidos apoyar la reforma agraria, programa que pretende entregar tierras productivas a campesinos que en su momento fueron desplazados por la violencia, algo que ha revivido el fantasma de la expropiación, pues Gustavo Petro ha manifestado que, de no lograrse acuerdos de compra con los propietarios actuales, buscara la manera de adquirirlas por otros medios. (Carlos Vanegas, corresponsal de Grupo Edefa en Colombia)
