Antes de fondear a tres anclas, el ‘Neptuno’ empleó el Sonar de Barrido Lateral para conocer la situación así como la orientación del pecio en el fondo. Posteriormente comenzó la inmersión, en la que se empleó un total de 3 horas y 14 minutos. Con esta inmersión, se ha alcanzado con éxito la máxima profundidad desde la instalación del nuevo complejo hiperbárico a bordo del ‘Neptuno’ en el año 2011, así como la profundidad límite establecida por la doctrina en vigor (la profundidad máxima excepcional es de 114 metros). En el caso de existir la necesidad de intervenir a profundidades mayores, la única herramienta disponible para cualquier intervención subacuática, incluidas las encaminadas al salvamento de submarinos, sería un vehículo operado remotamente (ROV en sus siglas inglesas).
Fuente y fotografías: Armada Española