La tercera década del bombardero B-52
Revista Defensa nº 9, enero 1979/ Jaime AGUILAR HORNOS
FONDO DOCUMENTAL DE DEFENSA, 22 de diciembre de 2015
Resulta casi imposible mencionar al gran avión de bombardeo estratégico B-52, sin hacer referencia a la triada, es decir, a los tres elementos básicos que componen el sistema defensivo-ofensivo de bombarderos, misiles terrestres intercontinentales (ICBM) —misiles lanzados desde submarinos (SLBM) , ya que cada uno de éstos, aisladamente, ofrecen ventajas e inconvenientes, siendo los tres necesarios al constituir, unidos, un sistema terriblemente poderoso y muy eficaz para mantener los efectos de disuasión.
Foto: El B-52 G al que se le adaptaron misiles “Hound Dog” aire-tierra, lo que significó una nueva e importante mejora en las capacidades de combate de este avión.
Desde que aparecieron los misiles en la panoplia de las armas estratégicas, se ha especulado mucho con los bombarderos, ya que comparándolos con aquellos se les considera anticuados y lentos, sin quererse percatar —los detractores— de la enorme ventaja que representa su capacidad de respuesta flexible. Es decir, la posibilidad de recibir una contra-orden, una vez efectuado el despegue con cargas nucleares, en cumplimiento de una misión de ataque, y poder regresar a alguna de sus bases, sin llevar a efecto el lanzamiento de su carga mortífera. Rectificación que no pueden realizar los misiles una vez que se ha oprimido el fatídico botón. En realidad, la producción y des arrollo de los bombarderos estratégicos no han proliferado si se las compara con el enorme avance experimentado por los misiles. Esto hace que los B-52 Stratofortress continúen siendo la espina dorsal del Mando Aéreo Estratégico (SAC) de la USAF, pese a...
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