Sergei Bogatikov, que desde 2022 está al frente de MKB Raduga, apuntaba como respuesta a las preguntas que se le hacían sobre la efectividad de los misiles que fabrica a la hora de destruir los objetivos pretendidos que la experiencia real en combate ha demostrado que el uso de equipos de Guerra Electrónica, que intentan confundir los sistemas de guía o generar blancos falsos para que las armas se centren en ello, no han tenido efectividad a la hora de contrarrestar los ataques de Rusia.
Se ha informado oficialmente sobre mejoras constantes en los misiles aire-superficie de Rusia para que sean más letales en su empleo contra objetivos ucranianos. Foto: Octavio Díez Cámara
Los misiles de ataque que fabrica MKB Raduga fueron -afirma- diseñados con soluciones técnicas innovadoras y estas no han perdido su efectividad, como lo demuestra el elevado ratio positivo a la hora de llegar diligentemente a los objetivos hacia los que se les dirige.
Da datos concretos sobre el uso de armas concretas. Sobre el misil furtivo Kh-69, del que les hablamos aquí en agosto de 2022, señala que fue responsable del ataque a la central térmica de Trypillya y que su efectividad se ha demostrado con el uso, siendo calificado por los ucranianos como más letal que el conocido misil hipersónio Kinzhal.
Sobre el Kh-69 apunta Bogatikov que es el primer y único misil de crucero de largo alcance en el mundo que puede situarse en los compartimentos para armas de los aviones de primera línea.
Kh-69 combina un tamaño compacto y un radio de acción muy notable con características como una precisión del orden de 5 a 7 metros, un bajo nivel de firma radar que hace difícil su detección y un gran potencial destructivo gracias a su cabeza de guerra de 300 kilogramos que tiene notable capacidad para penetrar objetivos reforzados. Sus cualidades hacen que pueda ser lanzado por plataformas aéreas desde puntos en el que las defensas antiaéreas no pueden alcanzarlas.
Señala también la habilidad de MKB Raduga para modificar con rapidez misiles antibuque y que puedan ser usados contra objetivos terrestres, acción que han conseguido actuando sobre determinados equipos y software de las armas y que hace que sus misiles antibuque tengan ahora una capacidad de uso dual.
Apunta asimismo que la experiencia en combate les ha llevado a introducir mejoras en sus misiles antirradar Kh-58 y que, como los anteriormente mencionados, necesitarán de nuevas actualizaciones en elementos como los sistemas de guía de las armas aire-superficie para dar respuesta efectiva a un escenario de lucha en el que las condiciones cambian constantemente y se vuelven más complejas.