Uno de los casos alude a fraudulentos manejos económicos de viáticos, horas extras, etc, en la inspección de buques mercantes y civiles que navegan en o hacia el país -con bandera o no-, siendo Uruguay uno de las pocas naciones en las cuales esta tarea aún recae en la Armada Nacional, y no en una entidad independiente. De estas, y otras malversaciones de fondos públicos, se acusa a la Comisión Técnica de la Armada (COTEC),asesora de la Dirección Registral y de Marina Mercante, ya sea en concepto de viajes al exterior o autorizaciones de reparaciones varias a diversos buques durante los últimos años, autorizaciones para traslados al ser enajenados, certificados de navegabilidad, etc , aunque especialmente radicadas las contravenciones en el manejo de viáticos.
Los ex últimos comandantes en jefe, Almirantes Leonardo Alonso y Carlos Abilleiras, junto a otros 20 Capitanes de Navío o de Corbeta- vinculados en su mayoría a la citada COTEC- ya han sido llamados a declarar a la sede del Ministerio de Defensa por este caso, y la cartera, concluyendo actuaciones, ya habría recomendado su pase a la Justicia, recordando ,además, que, en el caso de los retirados recientemente, como aún no superaron los 4 años de dicho retiro, están sujetos a estado y sanciones militares.
Además, otro caso, que involucraría a al menos dos de los indagados (el ex jerarca de la Fuerza, Almirante Carlos Abilleira y el Capitán de Navío Marcelo D" Anatro), junto a jerarcas de la Dirección de Personal tiene relación con acuerdos prácticamente de orden privada realizados durante la gestión del Almirante Abilleira para la permanencia de buques pesqueros particulares en estado prácticamente de chatarra, junto al muelle de la Escuela de Especialidades de la Armada en el Área Naval del Cerro, sector oeste de la bahía de Montevideo,careciendo la Armada de un adecuado marco legal para esos arrendamientos, que hasta el momento, no parecen haber sido contabilizados o percibidos, e inclusive, los ministros de Defensa del gobierno anterior tampoco habrían sido en su momento informados de la controvertida operación, vigente, al menos desde el año 2018.
La situación se dejó entrever cuando diez días atrás se registró una nueva itentativade incursión por esta zona militar, de personas ajenas a la misma y de dudosos motivos para estas acciones. Más allá del caldo de cultivo narco o extremista plenamente vigente para estos intentos, también y en forma creciente la curiosidad ávida por los elementos aún aprovechables de los buques,-que, de todos modos, no justifican falsas expectativas de que pudieran volver a la actividad- habría estado detrás de varios conatos de ingreso al perímetro,
Actualmente, la Prefectura Nacional Naval ha solicitado un dictamen judicial para decidir el destino de estas plataformas que nadie reclama, en una zona portuaria saturada de embarcaciones abandonadas, grave problema a resolver, que ,desde el comienzo de la misma desaconsejaba la informal y dudosa gestión del ex jerarca Abilleira, para obtener lo que se califica internamente como "dinero negro que en la caja de la Armada no aparece". (Javier Bonilla)