«El accidente se dio por una falla en la transmisión de potencia que mantiene al helicóptero volando, de ahí, se escucha un zumbido, porque no existe en cabina una recepción de esa falla. Estas son fallas que normalmente se practican en el simulador, de ninguna manera se pueden observar en la aeronave porque no tiene un equipo que la advierta y de ahí lo que se realiza es que se aplica la emergencia, se aterriza, o se logra aterrizar, en zona general Rocha, cerca de Rocha, con al final la destrucción del helicóptero. Esto es debido a la falla de la transmisión de potencia», explica el General Luis de León, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, que ha informado del fin de los trabajos de investigación en la Fuerza Aérea Uruguaya, a falta de los aportes de la empresa Bell que “pidió una cantidad de elementos más que son los que están haciendo su investigación porque tienen un nivel de investigación diferente», puntualizó.
Al respecto, dijo que «la empresa también va a hacer una investigación, no paralela, sino que agrupa mayores elementos a lo que nosotros ya realizamos».
Cuatro son las hipótesis manejadas del accidente, " todas en el ámbito de un engranaje que transfiere la potencia. Ese engranaje falló y puede ser por falla de lubricación, por falta de regulación de ese engranaje - por tensión o no- y porque el engranaje tuviera falla material y se haya desprendido». De León indicó que «la empresa, que es la que regula todo esto, consideró que se mantuviera la flota volando en el mundo (porque esta aeronave vuela en todo el mundo) y dispuso que se mantuviera volando a razón de que consideraba que esta falla era puntual para esta situación».
«La Fuerza Aérea dispuso que se parara toda la flota y se hiciera todo el control de mantenimiento exigido y que la fábrica apoyó, para que se pudiera hacer un control más exhaustivo, tras el cual se determinó que las otras aeronaves están en condiciones operativas y ahora empezaron a volar de vuelta», precisó.
El jerarca informó que también «realizó una auditoría interna para ver cuáles fueron los procesos en los cuales llegamos a que este helicóptero en particular tuviera esa falla. De esos procesos se desprende que la parte de la gestión de mantenimiento no fue correcta, lo que hace que el factor humano, o sea, aquellas personas que estuvieron involucradas en ese proceso en este helicóptero, no hubiesen hecho las cosas que se tenían que haber hecho de la mejor forma y eso aparentemente al día de la fecha es lo que al final produjo la falla y la emergencia».
Sostuvo que «de ahí se toman las medidas que corresponden a esto, que la Fuerza Aérea ya tiene estipuladas, para primero mitigar la situación, y que no vuelva a suceder, o por lo menos si sucede, que no sea en estos procesos, porque acuérdense que hay humanos acá trabajando y esos procesos nosotros consideramos que hay que mejorarlos porque la seguridad es de todos y por sobre todo. Hay personas volando y hay personas manteniendo. Se toman las medidas que corresponden acorde al sistema administrativo de la Fuerza».
El helicóptero, tras su aterrizaje de emergencia en el Este uruguayo, sin pérdidas humanas, más allá de algunos heridos leves, se incendió casi en su totalidad, junto a la carga de vacunas que transportaba. (Javier Bonilla)