El Ministerio de Defensa de Australia apuesta por helicópteros estadounidenses para reemplazar los Tigre y Taipan de Airbus Helicopters, que serán dados de baja antes de tiempo.
A comienzos del año pasado, Australia confirmó el reemplazo de su flota de helicópteros de ataque Tigre por aparatos AH-64E Apache de la estadounidense Boeing. Se trata de aparatos a los que les queda todavía tiempo de servicio pero que serán dados de baja antes. Sin embargo, a finales del año pasado se anunció un movimiento similar con los MRH-90 Taipan de NHIndustries, que serán reemplazados por MH-60R de Sikorsky (grupo Lockheed Martin) una década antes de completar su vida útil prevista.
El ministro de Defensa australiano Peter Dutton hizo el anuncio en diciembre, confirmando la baja de los empleados por el Ejército y la Royal Australian Navy, anunciando entonces que hasta 40 Black Hawk y 12 Seahawk serán adquiridos para reemplazar 47 Taipan y 22 Tigre que serán de esta manera dados de baja con poco más de veinte años de servicio.
Con ciertos matices es un movimiento que recuerda a la cancelación en septiembre del programa de submarinos Attack de fabricación francesa en favor de una propuesta conjunta con Estados Unidos y Reino Unido, el AUKUS que analizamos entonces. Igual que podría interpretarse ahora, este movimiento se explica no solo por aspectos industriales sino estratégicos derivados de la intensa relación entre Estados Unidos y Australia en materia de seguridad y defensa.
El partido liberal australiano, actualmente en el poder en el gobierno del país, ha publicado un interesante documento titulado “Securing our national security and local defence jobs and skills” (podría traducirse como Asegurar nuestra seguridad nacional y nuestros puestos de trabajo) firmado por el primer Ministro Scott Morrison, el ministro de Defensa Petter Dutton y la ministra de Industria de Defensa Melissa Price.
Este documento analiza los dos programas antes mencionados, destacando que se invertirán más de 8.000 millones de dólares (australianos) en los dos programas de helicópteros y en las mejoras de las instalaciones que los acogerán. El documento destaca la creación de empleo local que implican ambos programas y en convulso panorama estratégico y de seguridad en el que se encuentra actualmente Australia, la “realineación estratégica más importante y desafiante desde la Segunda Guerra Mundial” recoge el texto.
El documento actualiza los datos de los programas, incluyendo la compra de 12 helicópteros MH-60R Romeo y para la Armada, que servirán para crear 300 nuevos empleos. La compra de los aparatos para la Armada supondrá un desembolso de 2.500 millones de euros, incluyendo un decimotercer aparato para reemplazar uno perdido en un accidente de los ya en servicio. La modernización de las instalaciones de la base Albatros de la Armada supondrá otros 360 millones de dólares de inversión.
La compra de 29 helicópteros de ataque Apache AH-64E para el Ejército supone un desembolso de más de 5.500 millones de dólares más otros 500 millones para la mejora de las instalaciones donde operarán.
El documento, no olvidemos, con marcado tinte político, afirma que “una Australia segura también quiere decir una economía segura y una futuro fuerte para los trabajadores de la industria de Defensa”. Este y el anterior programa supondrán la creación de 300 nuevos puestos de trabajo, 90 relacionados directamente con los helicópteros MH-60R que se convertirán en el único aparato empleado por la Armada australiana (entre 2015 y 2015 la Armada recibió 24 de estos aparatos). Las entregas de ambos aparatos están previstas a partir de 2025. (José Mª Navarro García)
Fotografia: Uno de los MH-60R actualmente en servicio (Ministerio de Defensa de Australia)
Un helicóptero MRH-90 australiano (Ministerio de Defensa de Australia)