(defensa.com) Vuelve la tensión a la península coreana después de meses de relativa calma en los que se había conseguido incluso volver a reabrir el complejo industrial de Kaesong. En respuesta a las maniobras navales conjuntas de EEUU, Japón y Corea del Sur desarrolladas esta semana, para las que Washington ha enviado a un puerto meridional surcoreano el portaaviones de propulsión nuclear “USS George Washington”, Pyongyang ha declarado, a través de un portavoz de su Ejército, que sus tropas se encuentran en estos momentos "en estado de guerra y alerta máxima" para iniciar un ataque.
Según la agencia de noticias Yonhap, que cita a este portavoz de las Fuerzas Armadas norcoreanas, el Ejército ya habría recibido la orden de “revisar los planes de operación ya ratificados por el mando y mantenerlos completamente listos para iniciar operaciones en cualquier momento, observando de cerca todos los movimientos de los agresores estadounidenses y japoneses y de las fuerzas títeres (en referencia a Corea del Sur)".Pyongyang sigue elevando el tono de sus amenazantes declaraciones, también advirtió que responderían “con una serie de ataques preventivos decisivos” ante “cualquier amenaza mínima” por parte de Seúl y Washington, en referencia al acuerdo de disuasión nuclear alcanzado la pasada semana entre EEUU y Corea del Sur, al que se alude como “un complot militar que tiene como objetivo hacer fracasar el proceso de paz y el diálogo en la península coreana”, del que advierte sólo “puede aumentar las tensiones que pueden conducir a un conflicto nuclear”.