(defensa.com) Un avión de combate Gripen de la Fuerza Aérea de Sudáfrica lanzó con éxito un misil A-Darter que dió en el blanco prefijado, marcando otro hito en este proyecto binacional entre Brasil y África del Sur. El objetivo era un avión no tripulado que estaba en una ruta a 90 grados de la aeronave de lanzamiento y se distanciaba. Sin embargo, el sistema de focalización del misil pudo "colgarse" en el objetivo, establecido en unos 600 metros más de altitud.
De acuerdo con el director del proyecto para Brasil, el coronel aviador Julio César Cardoso Tavares de la Fuerza Aérea de Brasil, la principal característica de esta última generación de misiles es principalmente la capacidad de realizar maniobras de alto rendimiento. "El sensor detecta la orientación del objetivo y el misil también calcula la mejor ruta", dijo el coronel.
Con 2,98 metros de longitud y 90 kg de peso, el A-Darter se distingue por la ausencia de las alas pequeñas utilizadas para maniobrar. En su lugar, el modelo es capaz de dirigir el empuje de su motor de cohete. Por lo tanto es capaz de realizar maniobras que lo lleva a sufrir hasta 100 veces la fuerza de la gravedad (100 G). La mayoría de los aviones de combate modernos sólo resisten 9 G. Guiado por el calor, el A-Darter también puede "ver" más de una frecuencia de infrarrojos y así evitar ser engañados por señuelos incandescentes arrojados para confundir misiles. Su alcance máximo es de 12 kilómetros.
El éxito de esta misión es una de las etapas finales en el desarrollo de estos misiles. De acuerdo con el director del proyecto para Brasil, con este lanzamiento, el A-Darter superó más del 90% de dicho desarrollo. Se espera que el proyecto esté listo en el primer semestre de 2016 y en poco tiempo más pueda equipar a los cazas Gripen NG de la FAB. Se trata de un proyecto de la sudafricana Denel, coparticipado por las brasileñas Mectron, Avibras y Optoeletrônica. (Javier Bonilla)