El sistema de armas IA-58 Pucará, que sirvió a la Fuerza Aérea Argentina durante 44 años, dejó oficialmente el servicio activo en su carácter de elemento de apoyo aeroterrestre , surgiendo un nuevo modelo de avión IA-58 Fénix, que surgió de un proyecto nacional y está dotado de tecnología de última generación. El acto se realizó a en la sede de la III Brigada Aérea de Reconquista, adonde asistieron diversas autoridades nacionales, provinciales, militares e invitados especiales.
Durante el homenaje y la presentación de la nueva aeronave se recordó a todos los militares que pertenecieron al sistema de armas IA-58 Pucará caído en la Guerra de Malvinas, tras lo cual se realizó un minuto de silencio. Luego, autoridades de la Fuerza Aérea y personal militar en situación de retiro expresaron unas palabras alusivas y brindaron un homenaje al avión Pucará, que dio una dura batalla durante el Conflicto del Atlántico Sur y que fue diseñado y construido en la entonces Fábrica Militar de Aviones (FMA) -hoy Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FADEA)- de la ciudad de Córdoba.
El Pucará, cuyo nombre en quechua significa fortaleza, se configuró como un avión para apoyo de fuego aéreo cercano y de reconocimiento ofensivo, de gran maniobrabilidad, con dos motores turbohélice, una cabina biplaza en tándem de asientos eyectables y capacitado para transportar gran cantidad de armamento. Su vuelo inaugural fue en 1969 en las instalaciones de la Fábrica Militar de Aviones y su etapa de producción se extendió entre 1974 y 1999, lapso en el que se construyeron 107 aeronaves.
En la institución ese sistema de armas se mantuvo operativo desde 1975, es decir que brindó servicios durante 44 años, y desde la III Brigada Aérea de Reconquista fue desplegado para integrar ejercitaciones propias o combinadas con otras fuerzas nacionales y para conformar escuadrillas operativas bajo las órdenes de las Fuerzas de Tareas Conjuntas de Control Aeroespacial, en misiones de vigilancia y control ante la presencia de tránsitos aéreos irregulares.
Los Pucará, que Argentina exportó a Uruguay, Colombia y Sri Lanka, participaron en la batalla aérea de las Islas Malvinas, fueron desplegados desde el Grupo 3 de ataque y operaron en la base aérea militar Cóndor, en Puerto Darwin, donde desempeñaron misiones de exploración, de apoyo cercano a las tropas, de escoltas de helicópteros, de exploración marítima, de ataque a posiciones de artillería y lograron el derribo de un helicóptero inglés además evidenciaron una enorme capacidad de resistencia ante el fuego enemigo.
El nuevo avión Fénix, por su parte, importa un adelanto técnico-cualitativo, ya que permite efectuar misiones ISR (Inteligencia-Vigilancia-Reconocimiento), con los elementos adecuados y que pueden ser aportados por la industria nacional. Esta es la intención de obtener una nueva capacidad en este avión. Su empleo supondrá un rendimiento óptimo, que permitirá una menor cantidad de salidas para la neutralización de un mismo blanco, aumentando la efectividad de las acciones y contribuyendo a la sinergia necesaria de sistemas. El Fénix permitirá aumentar la capacidad de Vigilancia y Control del Aeroespacio Nacional y aprovechar las aeronaves que todavía conservan un fuerte remanente de horas de vuelo. (Luis Piñeiro, Argentina)