Con el objetivo de recuperar las capacidades de búsqueda y rescate, evacuaciones sanitarias de emergencias y vuelos logísticos, el Comando de la Aviación Naval (COAN) de la Armada Argentina regresó al continente blanco operando en la Antártida un avión TC-12B Huron de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima hacia la Base Aérea Conjunta Petrel.
El vuelo, de casi 1.300 km, se realizó desde la Base Aeronaval Río Grande con el apoyo de un cuatrimotor de exploración de largo alcance P-3C Orión, que previamente realizó la verificación de las condiciones meteorológicas y de la pista de aterrizaje para la posterior llegada del TC-12B Huron.
Tras la feliz llegada y un necesario reaprovisionamiento de combustible para la vuelta, la aeronave regresó a Río Grande. Debemos recordar que la Armada Argentina no operaba con máquinas de ala fija desde 1967, con DHC-Beaver, Twin Otter y PC-12 Pilatus Porter. (Luis Piñeiro/Fotos Armada Argentina)
En una de sus primeras misiones un P-3C apoyo la travesia.