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Sábado, 21 de septiembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Tras la renegociación total del contrato, el primero de los cuatro P-3C Orion para la Armada Argentina aterriza en la Patagonia

Tras un largo viaje desde los Estados Unidos, aterrizó en la pista de la Base Aeronaval Almirante Zar, en la patagónica ciudad de Trelew, el primero de los cuatro aviones de patrulla marítima Lockheed Martin P-3C Orion para la Armada Argentina que fueron adquiridos a Noruega.

La aeronave, cuya matrícula original es 163299, rematriculada como 6-P-57 prestará servicios en la Escuadrilla Aeronaval de Exploración  que pertenece administrativamente a la Fuerza Aeronaval Nº3.

Recuperar la capacidad de exploración en las enormes extensiones de mar argentino, es algo esencial. La llegada del P-3C Orion otorga la posibilidad de explorar y vigilar a gran distancia para un control efectivo de los espacios y aéreas marítimas que son de responsabilidad e interés de la Argentina.

Permite cumplir objetivamente con las obligaciones internacionales asumidas por la Nación, por Ley 22.445 como autoridad de aplicación del convenio internacional sobre búsqueda y salvamento marítimo, fluvial y lacustre; ejercer, preservar y proteger los derechos de soberanía nacional en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y sobre los demás espacios marítimos y fluviales de jurisdicciones nacionales, estratégicas y vitales para los intereses nacionales.

El arribo de este cuatrimotor permitirá sostener y aumentar los estándares de seguridad aérea y de capacitación del personal de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración de la Armada Argentina, en lo referente a búsqueda y rescate (SAR), operaciones de exploración, guerra anti superficie y guerra antisubmarina.

Los cuatro aviones de patrulla marítima comprados a Noruega, tres P-3C y un P-3N, poseen las actualizaciones contempladas en el programa de extensión de servicio, comúnmente denominado ASLEP (Aircraft Service Life Extension Program).

Como saben nuestros lectores, estas aeronaves disponen de propulsores Allison T-56-A14 de 4600 HP cada uno, lo que permite un radio de acción importante  sobre extensas zonas marítimas. Además, su versatilidad permite la operación desde cualquier base y aeropuerto del litoral marítimo, logrado con un preaviso operativo mínimo.

Dispone obviamente de un detector de anomalías magnéticas, cámaras de amplio espectro y un sistema de identificación automática de buques, además de importantes sistemas de comunicaciones. La posibilidad de disponer de armas antisubmarinas y antisuperficie incrementa las capacidades de estos aparatos.

Recordemos que la administración política anterior rubricó un contrato ampliamente publicitado, aunque no cumplió con ninguno de los pagos acordados, lo que motivó la tardanza en la entrega de los aviones y que el nuevo Gobierno debiera renegociar el contrato original.

Esto implicó no solo el pago de la primera cuota adeudada, sino la renegociación total del contrato, que deberá ser abonado próximamente casi en su totalidad, a diferencia de la primera negociación, que establecí pagos anuales. Otra vergüenza más para el inventario.

Con las máquinas que llegarán en los próximos meses, esta unidad de exploración de la Armada Argentina volverá a surcar los mares con eficiencia y discreción. (Luis Piñeiro)


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