Intensas gestiones del titular de Defensa de Brasil, José Múcio, están intentando destrabar la compra de los obuses ATMOS a Elbit Systems para el Ejército brasileño, adquisición que tiene pleno apoyo en el Tribunal de Cuentas.
El ministro José Múcio entregó días atrás al Presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, una propuesta para retomar rápidamente la adquisición de los obuses de 155 mm. de la empresa israelí Elbit Systems. La decisión sobre la compra se pospuso en mayo de 2024, durante la intensificación de los conflictos en Gaza, debido a tensiones internas políticas.
El ministro propuso ayer la compra inmediata de las dos primeras unidades de un total de 36 vehículos blindados con obús de 155 mm, un vehículo militar con armamento de largo alcance y precisión que conforman el sistema ATMOS (Autonomous Truck MOunted howitzer System / Sistema de obús montado en camión autónomo).
Así, la estrategia de Múcio propone que los ejemplares iniciales funcionen como prueba para evaluar la calidad y efectividad de los equipos. Finalmente, de aprobarse, Brasil procedería a la compra de los 34 obuses restantes, los cuales, como el mismo fabricante propuso, se ensamblarían en Brasil.
La propuesta apunta a superar la resistencia interna del Gobierno y sus aliados. Debido a las operaciones en Gaza, que el propio Lula comparó con las de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, se produjeron incidentes diplomáticos entre Brasil e Israel, que terminó declarando Persona No Grata al mandatario brasileño.
Celso Amorim, asesor diplomático presidencial, ex canciller y ex ministro de Defensa, con una tesis más rupturista entre ambas naciones, se opuso duramente a la compra, junto a otros miembros del gabinete y la interna partidaria oficialista.
"Con todo respeto, la gente que está en contra es por razones políticas, ideológicas. Estoy defendiendo al Ejército y que tengamos la oportunidad de dotarlo de equipos más modernos.Estamos peleando por una cosa simple, una tontería. No estamos haciendo una gran compra a Israel. ¿Necesitamos demostrar que fue el dinero de los obuses el que financia esa guerra? Dos obuses no mueven absolutamente nada", afirmó el ministro de Defensa.
La postura del Tribunal Federal de Cuentas
El TCU (Tribunal Federal de Cuentas) analizó en las últimas horas si la participación de empresas de países en conflicto en licitaciones brasileñas podría influir en la decisión final. El tribunal determinó que no existen restricciones en esta situación. Según este Tribunal, la legislación brasileña no impide que las Fuerzas Armadas compren armas a empresas radicadas en países en guerra.
La decisión, tomada por unanimidad, responde a una consulta realizada por el Ministerio de Defensa. El propio José Múcio también mencionaba que el Estatuto de Licitaciones y Contratos no impide la compra de bienes a gobiernos o empresas de países en situación de conflicto militar. “No existiría, en principio, base lógica o jurídica, salvo en casos de decreto de embargo comercial, ruptura de relaciones diplomáticas o comerciales o deliberación de un tribunal internacional, para efectuar la posible rescisión de un contrato ya firmado”, decía en un oficio la Cartera de Defensa.
La licitación se convocó a finales de 2022 y empresas de cuatro países compitieron por el contrato con el Ejército de Brasil (Israel, Francia, China y Eslovaquia). Elbit Systems, un conocido grupo israelí, ganó basándose en criterios técnicos y de precio.
El obús ATMOS, producido por Elbit y mejor puntuado por el Comando de Logística del Ejército brasileño, ya se ha exportado a varios países. Los sistemas de quinta generación son operados por los ejércitos de Dinamarca, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y Colombia. Las versiones anteriores equipan fuerzas en Tailandia, Filipinas y Uganda, entre otros.
El contrato cuenta con la participación de 2 empresas brasileñas, Ares Aeroespacial y AEL Sistema, y la promesa de generar 400 empleos directos, además de numerosos puestos indirectos.
El impasse entre Defensa y una de las alas diplomáticas del gobierno refleja un dilema interno en la administración de Lula, que intenta equilibrar la necesidad de modernizar las Fuerzas Armadas con las muy complejas posturas brasileñas en materia de política exterior. Para Múcio, la relación actual con Israel no debe verse como un obstáculo insuperable. "No creo que esto sea un problema diplomático; la diplomacia está ahí, todavía tenemos relaciones con Israel!", expresó. (Javier Bonilla)
