El Ministerio de Defensa de Reino Unido ha seleccionado al consorcio Team Resolute como licitador preferente del programa Fleet Solid Support (FSS), para construir tres buques logísticos para la Flota Auxiliar de la Royal Navy.
Team Resolute es un consorcio formado por las empresas de Reino Unido Harland & Wolff, BMT y Navantia UK, filial británica de la compañía española Navantia. El programa, valorado en 1.600 millones de libras esterlinas, facilitará a la Royal Navy una capacidad clave para el aprovisionamiento de su flota, a partir del diseño británico de BMT y con transferencia de tecnología “Astillero 4.0” por parte de Navantia.
La construcción de los bloques que conformarán los buques se realizará en los astilleros de Harland & Wolff en Belfast (Irlanda del Norte) y Appledore (oeste de Reino Unido), así como en el astillero de Navantia en Puerto Real (Cádiz). La integración de los buques y sus sistemas tendrá lugar íntegramente en Belfast.
Team Resolute aúna el diseño de última generación de BMT, las capacidades constructivas de varios de los diques más grandes de Europa y la experiencia de gestión de programas y transferencia de tecnología de Navantia.
Los tres buques FSS serán encargados de suministrar provisiones sólidas y municiones a los buques de la Royal Navy desplegados en misiones. Con un total de 216 metros cada uno, serán los buques de mayor eslora de la flota británica, solo por detrás de los portaaviones de la clase “Queen Elizabeth”.
Team Resolute contribuirá a la Estrategia Nacional de Construcción Naval de Reino Unido impulsando la modernización de instalaciones y la capacitación de trabajadores. El consorcio invertirá 77 millones de libras en revitalizar infraestructuras de construcción naval en el Reino Unido.
La elección del suministrador preferente la ha anunciado este miércoles el secretario de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, en una visita al astillero de Harland & Wolff en Appledore. La firma del contrato de construcción está prevista a principios de 2023. La producción de los bloques deberá comenzar en 2025 y los tres buques estarán operativos en 2032.
Navantia, desde el principio
Navantia ha estado muy implicada en este programa desde que se puso en marcha en mayo de 2017, de hecho en noviembre de 2018 fue incluida en la lista corta de seleccionados para el programa, junto a otros cuatro astilleros. Navantia ofrecía su experiencia en la construcción de buques de aprovisionamiento para la Armada Española y la Real Armada Australiana, habiendo construido para esta el HMS “Supply” y el HMS “Stalwart”.
En septiembre de 2019 Navantia y su primer socio, la compañía de ingeniería BMT presentaron la propuesta en la exposición Internacional de Defensa y Seguridad (DSEI). BMT tiene probada capacidad de diseño e ingeniería naval, incluidos barcos de apoyo para los ministerios de defensa del Reino Unido (Tide Class) y noruego (HNoMS Maud), y como socio de diseño en Carrier Alliance. Entonces ya se anunció la intención de ampliar la participación de compañías británicas tanto en este como en futuros programas para lo cual organizaron una primera reunión el 13 de septiembre.
En mayo de 2020 Navantia suscribió un acuerdo exclusivo con el astillero Harland & Wolff, de Belfast, para presentarse al programa. Este acuerdo suponía la primera oportunidad dentro del Memorando de Entendimiento (MoU) firmado con su empresa matriz InfraStrata en noviembre de 2019, bajo el cual se exploraron otras vías de colaboración en el Reino Unido, tanto en el área militar de nuevas construcciones como de modernizaciones, así como en eólica marina fija y flotante.
Campañas, presión y Brexit
A pesar de ser considerada ya en 2019 la favorita para alzarse con el programa dadas las capacidades, los éxitos recientes y las alianzas industriales establecidas, el astillero español ha tenido que lidiar con la presión política orientada a la elección de compañías británicas, como quedó ya claro con la puesta en marcha de campañas de comunicación que presionan a las compañías y al Ministerio de Defensa a construir en Reino Unido y adjudicar el trabajo a compañías británicas.
Entre las argumentaciones se citan desde la obvia protección a los puestos de trabajo nacionales al enconado tema de Gibraltar y el Brexit, caldeando de vez en cuando el tema de la soberanía de las aguas que rodean a la colonia por ejemplo.
Navantia se plantó siempre la construcción local de los buques en las instalaciones de Harland & Wolff, actuando como tecnólogo en otros programas de éxito como los destructores clase Hobart australianos o el buque anfibio Anadolu turco, aportando el diseño y la transferencia de tecnología a socios locales. Un ejemplo es el exitoso modelo implantado en Australia, materializado en los destructores y buques anfibios, además de las lanchas de desembarco de la Royal Australian Navy. (José Mª Navarro García)