El Lockheed-Martin F-35 en Italia, paralelismo con España

Entre las fuerzas armadas de la OTAN, las italianas están entre las que en los últimos años han podido implementar uno de los mayores e importantes programas para la modernización de su Fuerza Aérea, con el F-35 por bandera. Esta tendencia es particularmente evidente en el contexto de la línea de aviones de combate, que, aunque numéricamente reducida en comparación con el pasado, es capaz de llevar a cabo las tareas institucionales que le han sido asignadas. Esta capacidad se ve confirmada por las numerosas misiones operativas y de formación realizadas con excelentes resultados en los últimos años.

Actualmente, la AMI (Aeronautica Militare Italiana) o Fuerza Aérea italiana, tiene un componente de ataque y reconocimiento y ETS[1] que consta de 38 Panavia A-200C (Tornado IDS[2] IT-MLU[3]Ret.8), 13 EA-200C (Tornado ECR[4]  IT-MLU Ret.8), 3 TA-200C (Tornado T.3 IT-MLU Ret.8), 31 Alenia-Aermacchi (hoy Leonardo) A-11B (AMX ACOL[5]), 5 TA-11B (AMX-T[6] ACOL), a los que se suman 80 Eurofighter F-2000A Typhoon y 14 TF-2000A[7]biplazas, utilizados principalmente como interceptores. Una parte de estos últimos también se puede usar en el llamado Swing Role, por lo tanto, también con capacidades de ataque terrestre.

Al componente de ataque de la AMI se unen también los recursos de la Marina Militare Italiana (MMI), que tiene a su disposición 14 McDonnell-Douglas (actualmente Boeing) AV-8B+ Harrier II y 1 TAV-8B biplaza, utilizados principalmente como componente embarcado polivalente en los portaaviones Cavour (C-550) y Garibaldi (C-551). Pronto, todo el componente de ataque de la AMI y la MMI será reemplazado por 60 Lockheed-Martin F-35A y 30 F-35B Lightning II, versiones, respectivamente, de despegue y aterrizaje convencional, o CTOL (Conventional Takeoff and Landing) y de despegue corto y aterrizaje vertical, o STOVL (Short Takeoff y Vertical Landing) del caza estadounidense.

De acuerdo con los cronogramas publicados, los F-35A irán todos a la AMI, mientras que los F-35B se dividirán a partes iguales con la MMI. Hasta la fecha, se han entregado aproximadamente un cuarto de los aviones contratados y. tan pronto como se completen, la Fuerza Aérea tendrá una línea de combate compuesta exclusivamente por aviones de 4ª y 5ª generación basados ​​​​sólo en el Typhoon y en el Lightning II.

Por tanto, tendrá una estructura parecida (aunque numéricamente inferior) a la de la RAF (Royal Air Force) y Royan Navy del Reino Unido e hipotéticamente similar a la que podría tener España si decide adquirir los F-35A y B para el Ejército del Aire del Espacio y la Armada respectivamente. Italia se acercó al programa F-35 en su etapa embrionaria.

La Aeronúatica Militar italiana estuvo en el “Northern Lighting III” con F-35A.

Los inicios del Programa

Ya a mediados de la década de los noventa, los responsables del Ministerio de Defensa abordaron el reemplazo de la flota de combate con modelos de nueva generación, al mismo tiempo que se procedió a su actualización. Entre las (pocas) opciones que ofrecía la industria, Roma decidió evaluar la posibilidad de adquirir a Lockheed-Martin su F-35, ganador del Programa de caza conjunto de ataque JSF (Joint Strike Fighter) estadounidense.

Este avión, del que se ofrecían 3 versiones (distinguidas por el tipo de capacidad de despegue/aterrizaje), permitiría a la USAF, a la US Navy y al US Marine Corps sustituir a la casi totalidad del componente de ataque con un único modelo multirrol o medio omnirrol, como será definido para indicar su capacidad de desarrollar todo tipo de tareas en el ámbito de combate.

Estas características resultaron particularmente interesantes para la Fuerza Aérea italiana, que a futuro debía reemplazar toda la flota Tornado y AMX, pero, sobre todo para los AV-8B+ de la Marina, un avión para el que sólo había alternativa en el mercado, el F-35B. Por tanto, para los italianos la posibilidad de sustituir los 3 modelos con un único aparato, en las dos variantes, F-35A y B, parecía especialmente atractiva. Así, la nación europea ingresó oficialmente al Programa F-35 en 1998 con una contribución de 10 millones de dólares para estar en la fase de demostración de concepto CDP (Concept Demostration Phase).

La participación se confirmó el 24 de mayo de 2002 con la firma por el Ministerio italiano con el Departamento de Defensa estadounidense de un Suplemento Bilateral a su Memorando de Entendimiento, o MoU (Memorandum of Understanding), general. La contribución a la fase de diseño y desarrollo de sistemas SDD (System Design & Development) fue de unos 1.000 millones de dólares en 11 años, con un costo total del Programa que ha aumentado constantemente con el tiempo. Ratificando la elección de los gobiernos previos, el 7 de febrero de 2007 firmó el MoU con Washington relativo a la fase de producción, sostenimiento y desarrollo de seguimiento PSFD (Production,Sustainment & Follow-on Development), con una inversión de 903 millones de dólares.

Eso suponía el segundo tamaño entre los europeos y no cubría el coste de una posible compra de aviones, aún por decidir. La PSFD está vinculada a costes no recurrentes (fase de industrialización y soporte operativo), como, por ejemplo, la compra de los equipos necesarios para la producción, el desarrollo de requisitos comunes para el seguimiento y la organización del soporte a las aeronaves. El requerimiento italiano inicial se cifraba en 131 aviones, que suponían unos 12.000 millones de dólares. Posteriormente, la solicitud se precisó en 69 F-35A y 62 B, estos último a entre la AMI y la MMI. Gracias a las importantes inversiones que ha logrado garantizar en el Programa F-35, Italia se convirtió en un socio de Nivel 2 con toda una serie de ventajas frente a los del 3.

Así pudo incorporar su propio personal en la oficina de programación del JSF y (en cierta medida) solicitar modificaciones en función de las necesidades nacionales, así como toda una serie de ventajas económicas e industriales. Además de la producción en Italia de las cajas de las alas de toda la flota mundial de F-35, junto con Países Bajos, es el único socio de Nivel 2 y consiguió la construcción de los únicos centros de ensamblaje final y verificación FACO (Final Assembly and Checkout), y de mantenimiento, reparación, revisión y actualización MROU (Maintenance, Repair, Overhaul and Upgrade). Se trataba de una estructura industrial gestionada por Aeritalia (hoy Leonardo) y destinada al montaje de todos los F-35 italianos, holandeses y otros europeos que se sumarán al Programa.

Comprendía también el mantenimiento, reparación y actualización de la mayoría de los Lightning II de las fuerzas aéreas europeas. Está ubicada en el lado este del aeropuerto militar de Cameri (Novara)[8], sede de la 1ª RMV (Reparto Manutenzione Velivoli)[9], que gestiona el mantenimiento pesado de los Tornado y antigua sede del disuelto 53ª Stormo de la AMI, equipado con Tornado ADV (Air Defense Version). La importante exposición económica era muy deseada por los líderes de defensa, políticos e industriales, ya que la simple compra del F-35 habría llevado a una excesiva dependencia de Estados Unidos, una situación indeseable e inaceptable, sobre todo después de haber participado en 2 importantes programas europeos de gran éxito, como son los el Panavia Tornado y el Eurofighter Typhoon.

En febrero de 2012, en un momento especialmente difícil para la economía italiana y en el contexto de una reducción general de costes en el sector de la Defensa, el pedido italiano de F-35 se redujo a 90 ejemplares, 60 A y 30 B, este último repartido a partes iguales entre la Fuerza Aérea y la Marina. También en este caso esta decisión suscitó numerosas críticas, siendo una de las más recurrentes las afirmaciones de que se trataba de una decisión política para hacer digerir a los ciudadanos los recortes en otros sectores, afirmando que con las inversiones y compensaciones industriales perdidas por la reducción de ejemplares de 131 a 90 supondría que no se ahorraría prácticamente nada.

Desarrollo y entregas en Italia del F-35

El prototipo XF-35 voló el 24 de octubre de 2000, mientras que el primer F-35A lo hizo el 15 de diciembre de 2006. El primer F-35A Block 3i del 34th Fighter Squadron[10] en la Base de la Fuerza Aérea[11] estadounidense de Hill (Utah) logró la capacidad operativa inicial IOC[12] el 2 de agosto de 2016. A pesar de las críticas (muchas), costes (altos) y retrasos (bastatmtes), las Fuerzas Armadas italianas siguen creyendo en el Programa y el 7 de septiembre de 2015 el primero (AL-1/32-01) con los colores de la AMI voló en Cameri, ensamblado en su FACO. Después de los controles y trámites burocráticos necesarios, el 12 de diciembre de 2016 se asignó Lightning II al 32º Stormo de la Base Aérea de Amendola, siendo también la primera entrega a una unidad operativa de F-35 fuera de Estados Unidos.

Sin embargo, cabe señalar que los pilotos y el personal de tierra del país europeo han asistido a los cursos de formación necesarios en Norteamérica desde 2015. El 24 de octubre de 2017 se produjo un nuevo hito, pues voló el primer F-35B (BL-1/4-01) de la FACO de Cameri con los colores de la MMI (tras mucha resistencia por parte de la AMI que le hubiera gustado tener el primer ejemplar STOVL). Aproximadamente un año después, el 30 de noviembre de 2018, los F-35A de la Fuerza Aérea obtuvieron su IOC. El 6 de agosto de 2022, el 32º Stormo alcanzó el hito de 10.000 horas de vuelo en los F-35. A diferencia de la AMI, los F-35B de la Armada se han empleado predominantemente en tareas de adiestramiento y evaluación.

De hecho, los 2 primeros entregados fueron enviados casi de inmediato a Beaufort MCAS (Marine Corps Air Station), en Carolina del Sur, para ser incluidos en el programa de entrenamiento conjunto desarrollado con el US Marine Corps (usuario de la versión STOVL). Ese par de aviones regresó a Italia en diciembre de 2022. El tercero se entregó en junio de 2021 y el cuarto en noviembre de 2022. En estas condiciones, la IOC de los aviones embarcados debería alcanzarse en 2024. Actualmente, la Fuerza Aérea tiene 17 F-35A y 2 F-35B en servicio, mientras que la Marina posee 4 F-35B.

A pesar del número no muy alto de aviones disponibles, las Fuerzas Armadas italianas han realizado esfuerzos considerables para utilizar el nuevo caza en servicio operativo y en ejercicios complejos y con la participación de los demás países aliados que utilizan esta máquina de quinta generación. En particular, el F-35A se usó 3 veces en operaciones Northern Lightning (septiembre de 2019, julio de 2020, mayo de 2022), que vieron 4 aviones del Ala 32 en misiones de patrulla y defensa del espacio aéreo islandés durante aproximadamente un mes, en el contexto de las misiones de policía aérea de la OTAN.

También dentro de las rotaciones de las fuerzas aéreas de la Alianza, a partir de mayo de 2021 una célula de 4 F-35A italianos operó desde la base estonia de Amari para patrulla y defensa del espacio aéreo de los países bálticos pertenecientes a la OTAN. Además de estas misiones operativas, los Lightning II italianos han participado en numerosos ejercicios, el más significativo de los cuales fue el primer aterrizaje en el portaaviones Cavour (C-550) del primer F-35B de la MMI, el 30 de julio de 2021.

Un F-35B a bordo del “Cavour”.

Algunos tocaron los aeropuertos de Lampedusa (27 de mayo de 2022) y Alghero (31 de agosto de 2022) por parte de F-35B de la AMI y la MMI para entrenarse en actuaciones de ventos de soporte de combate expedicionario ECSE (Expeditionary Combat Support Event), en pequeños o dañados aeropuertos, en un contexto de operaciones aéreas compuestas CAMAO (Composite Air Operations)[13] y utilizando el sistema ALARP (Air Landed Refueling Point) con los Lockheed KC-130J Hercules de la 46ª Brigada Aérea, permitiendo así que los F-35B reposten en tierra, manteniendo los motores en marcha, directamente desde un KC-130J estacionado en la pista.

Estos ejercicios contaron con la presencia simultánea de personal de control de ataque terminal conjunto JTAC[14] para la designación de objetivos terrestres y del 16º Storma, asignado a la protección de fuerzas. Además, los F-35B operaron con la cobertura de los F-2000 y el apoyo de 1 KC-767A para el reabastecimiento de combustible y 1 E-550 CAeW de guerra electrónica de la AMI, siendo, por lo tanto, un escenario bastante complejo y realista. La necesidad de llevar a cabo una misión expedicionaria fue muy solicitada por la AMI, que se está enfocando mucho en esta capacidad, que es la razón principal de la presencia de los F-35B. Solo el tiempo dirá si es realmente necesario o si hubiera sido mejor adquirir una mayor cantidad de F-35A, mucho más capaces y relativamente más baratos.

Las unidades de vuelo

Actualmente, 15 F-35A y 2 B están asignados al 13° Gruppo del 32° Stormo, la primera unidad de la AMI en recibir el caza de Lockheed-Martin, con sede en la Base Aérea de Amendola, en el Sureste del país. Tres de los aviones de despegue convencionales, a pesar de tener los colores y códigos del 32º Stormo, están asignados temporalmente al 62nd Fighter Squadron en Luke AFB (Arizona) para labores de entrenamiento, junto con algunos instructores italianos asignados a la unidad que se ocupa de la formación inicial de los pilotos de F-35A de la USAF y de los países que compraron este avión. En abril de 2022 comenzaron las entregas de los F-35A al Ala 6 de Ghedi (Norte del país), que actualmente cuenta con 2 en servicio.

Las entregas de los futuros ejemplares que saldrán de la FACO de Cameri probablemente todos irán a esa unidad hasta que se complete la planilla prevista. Las entregas al 6º Stormo son especialmente significativas, por ser la unidad insignia de la Aeronautica Militare, que concentra todos los Tornado de las Fuerzas Armadas en los 3 grupos de vuelo. El F-35A reemplazará gradualmente a todos los A-200C, EA-200C y TA-200C en los roles ETS y de cazabombardero convencional y nuclear. La retirada del servicio operativo de los Tornado está prevista para 2025, año en el que, por tanto, el F-35A debería poder sustituir al modelo europeo.

En cuanto a la Marina, tras el reciente regreso a casa de los 2 F-35B asignados temporalmente al VMFAT-501 de Beaufort con fines de entrenamiento, finalmente tiene 4 aparatos disponibles desde hace pocos meses, por lo que será capaz de entrar más incisivamente en los trámites necesarios para la obtención del IOC y la sustitución paulatina de sus viejos AV-8+, en servicio desde hace más de 25 años y que siempre han dado excelentes resultados operativos, para satisfacción del usuario.

De momento, los F-35B estarán adscritos, al igual que los Harrier, al GRUPAER (Grupo de Aeronaves Embarcadas) de la Marina, de la Base Aérea eden Grottaglie, situada cerca de Tarento, uno de los principales puertos de la Escuadra italiana. Sin embargo, es probable que esta sea una situación temporal y que todos los F-35B italianos tengan su sede en Amendola, ya equipada y especialmente modernizada para soportar las operaciones del caza de quinta generación. Entre otras cosas, esta solución facilitaría el uso interfuerzas del F-35B entre la AMI y la MMI.

Operaciones de un F-35B de la MMI a bordo del portaaviones "Cavour" con el sobrevuelo de 2 F-35B del US Marine Corps.

Evolución de la flota de ataque

En las últimas dos décadas, la línea de aviones de combate de la AMI ha experimentado un cambio drástico y una mejora en sus capacidades operativas. Las razones de esta evolución son muchas y se remontan al primer uso operativo real de la Fuerza Aérea italiana después de la II Guerra Mundial. Esto sucedió con la participación en la Guerra del Golfo entre septiembre de 1990 y la primavera de 1991, con el envío a Medio Oriente de 10 Tornado IDS y 6 Lockheed RF-104G Starfighters. Los primeros realizaron 226 misiones de bombardeo en 589 h. de vuelo, mientras que los segundos registraron 384 misiones de reconocimiento en 515 h.

Dejando de lado el episodio del derribo de un Tornado IDS el 18 de enero de 1991[15] en la misión inaugural, el bautismo de fuego mostró los numerosos límites operativos, estructurales y logísticos de la Fuerzas Aérea italiana. En particular, si bien podía desplegar un cazabombardero particularmente moderno y potencialmente eficiente, como el Tornado IDS, en ese momento, la AMI en 1990 no tenía ningún armamento guiado de precisión disponible. De hecho, los Tornado utilizados durante la campaña aérea contra Irak utilizaron principalmente bombas Mk.83 de 1.000 libras, limitándose a atacar objetivos mal protegidos. Situación aún más difícil era para el RF-104G, que operaba con equipos de navegación y sistema de reconocimiento obsoletos (pod Orpheus) sin capacidades de transmisión de datos en vuelo.

Además, el avión de Lockheed no pudo repostar en el aire, por lo que su autonomía operativa fue bastante limitada. Aprovechando esta primera experiencia de guerra y las indicaciones que surgieron de los diversos ejercicios internacionales en los que participó la AMI, con determinación y excelente capacidad de planificación, las Fuerzas Armadas italianas revirtieron la tendencia y comenzaron un camino, que aún hoy perdura, de elecciones virtuosas. prácticas que han llevado gradualmente a una mejora y modernización significativa y efectiva de toda la línea de vuelo de combate.

Sustancialmente, el componente de defensa aérea, después de ver la retirada del F-104S, en sus versiones ASA[16] y ASA-M[17] (2004), parcialmente reemplazado primero por 24 Tornado ADV alquilados a la RAF británica (1995-2004) y luego por 34 F -16A/B ADF (2003-12), ambas soluciones provisionales a la espera de la entrada en servicio del Eurofighter Typhoon, consistió en 96 unidades pedidas y entregadas de este modelo entre 2004 y 2020.

En cambio, la línea de ataque y reconocimiento padeció la baja de los F-104S y RF-104G; la actualización de aviónica del Tornado IDS, que les permite emplear una amplia gama de armamento de precisión; así como la conversión de una parte de estos birreactorespara desempeñar el papel de SEAD, una de las pocas fuerzas aéreas de la OTAN en ser capaz de llevar a cabo este tipo de misión.

Además, durante la década de los noventa, la AMI introdujo el cazabombardero ligero Alenia-Aermacchi-Embraer AMX y la Marina logró, después de años de espera, adquirir el McDonnell-Douglas AV-8B+ Harrier II para operar a bordo de su portaaviones Garibaldi (C-551). En este contexto bastante dinámico y de fuerte cambio, las sucesivas misiones operativas de las Fuerzas Aéreas italianas -Bosnia-Herzegovina (1993-98), Serbia y Kosovo (1999), Afganistán (2001-14) y Libia (2011)- se llevaron a cabo en un contexto progresivamente más eficiente y cada vez más en línea con el resto de las fuerzas aéreas de la OTAN. (Vinzenzo Laganà)