Los ejércitos de muchos países pasan décadas y décadas preparándose para actuar si se concreta una situación en la que su capacidad militar sea requerida, aunque en muchos casos lo que más se asume son misiones de interposición o de pacificación. Otros, por el contrario, son más proclives a verse envueltos en situaciones bélicas de diferente carácter. Sería el caso de aquellos que protagonizan este análisis y que últimamente han combatido en escenarios tan diversos como las Islas Malvinas, Afganistán, Iraq, Sierra Leona o Libia.
Vamos a abordar los programas referentes dentro de las Fuerzas Armadas (FAS) del Reino Unido, en un momento histórico en el que, además del famoso Brexit por el que el país se va a separar de la Unión Europea (UE), han vivido varios acontecimientos de especial relevancia relacionados con el terrorismo yihadista y están siendo partícipes de varios esfuerzos internacionales –en especial aquellos que propugnan desde Estados Unidos– para acabar con amenazas tan variopintas, como pueden llegar a ser las de iraquíes o de norcoreanos.
El ambiente general internacional, en el que hay claras amenazas y determinadas hostilidades, que pueden ser necesario en un futuro más o menos próximo neutralizar, les llevó a definir ahora hace un par de años un documento general, designado Revisión Estratégica de la Defensa y de la Seguridad (SDSR)(1), en el que asumen determinadas actuaciones de cara a hacer frente a posibles problemáticas de carácter militar y de Seguridad.
(1) SDSR (Strategic Defence and Security Review) 2015, publicada por el Gobierno británico el 23 de noviembre de 2015.
foto: Reino Unido ha consolidado un importante esfuerzo para renovar, con 3 modelos bien distintos, su capacidad de transporte táctico y estratégico (foto MoD).
Estas últimas las han definido como el incremento de la inestabilidad propiciada por extremistas y terroristas, el aumento del riesgo derivado de las políticas aplicadas por las economías de determinados países(2), el impacto de la tecnología en general y en especial las ciberamenazas, o la erosión en las reglas del orden internacional, donde parecen resurgir problemas con Rusia. Con esos parámetros como referente, decidieron apostar por la inversión como mejor forma de tener recursos con los que responder a los problemas que puedan surgir, dedicando cifras importantísimas para adquirir equipos destinados a las tres ramas de sus FAS y manteniendo el objetivo de asignar no menos del 2 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) a Defensa.
(2) India y China, por ejemplo.
Elevar el gasto
En julio de este mismo año, distintos departamentos británicos, entre ellos el del Tesoro, iniciaron valoraciones de cómo implementar decisiones tomadas hace sólo dos años para que sean, en lo que es su ejecución y concreción final, más eficaces, previéndose publicar un documento con sus conclusiones antes de que finalizara 2017. Complementariamente, en fechas recientes el secretario de Defensa de Reino Unido anunció la elevación por encima del 2 por ciento del PIB el gasto militar de su país, decisión sustentada por la actual primer ministro.
Así, con esa situación internacional como referente, apuestan porque el Reino Unido sea un país más fuerte, con mayor poder de influencia y con un potencial global superior, objetivo en el que ven vital incidir en una sociedad más resistente, en agencias de inteligencia más eficaces o en un servicio diplomático más amplio, actuaciones que, entre otras complementarias, llevarán a promover su propia prosperidad como nación. Mantienen la voluntad de derivar recursos suficientes a unos ejércitos en los que ya invierten mucho, siendo el país europeo que más gasta en defensa y el segundo, después de los Estados Unidos, dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Están materializando una amplia planificación por la que las empresas(3) y universidades recibirán ayudas que faciliten la obtención de tecnologías innovadoras y poner en práctica nuevas ideas que les sirvan de un lado para reducir los costes de sostenimiento de los sistemas a lo largo de su vida útil y, de otro, conseguir la necesaria capacidad con la que dejar fuera de combate, o incluso neutralizar, a todo adversario potencial al que se tengan que enfrentar.
(3) Datos oficiales sitúan a 215.000 personas trabajando directamente en las empresas de defensa y otros 150.000 en las auxiliares, tejido empresarial que mueve unos 33.800 millones de euros al año y consigue exportaciones por una cifra cercana a los 13.500.
foto: Estudian proveerse con un nuevo blindado 8x8 que dotará a 2 nuevas brigadas “Striker”, que podrán ser desplegadas con rapidez en diferentes teatros de operaciones (foto Octavio Díez Cámara).
Buena parte de esas inversiones, que están valoradas en 178.000 millones de libras esterlinas (200.000 millones de euros) para un periodo de diez años que se inició en 2015 y finaliza en 2025, las van a aprovechar para mantener unos 82.000 soldados en el Royal Army e incrementar en unos 700 efectivos tanto la RAF (Royal Air Force), como la RN (Royal Navy); así mismo, para impulsar capacidades, tecnologías, recursos nucleares, etc., de forma que consigan dotarlos de los materiales más eficaces.
Poder naval
La que cubre el sector naval sustenta, desde 1969, el pilar más potente de su potencial de disuasión ante terceros, gracias al acuerdo de mantener al menos 1 de sus 4 sumergibles nucleares en patrulla constante, aunque, eso sí, con no más de 8 misiles operacionales y 40 cabezas reales desplegadas en ellos. Han decidido no conservar más de 180 cabezas nucleares en sus arsenales e implementar una serie de medidas de cara a que su capacidad en este sentido se proyecte a lo largo de buena parte de este siglo.
Sus 4 sumergibles nucleares capacitados para el lanzamiento de misiles balísticos, los del tipo Vanguard, van a ser reemplazados por otros tantos del Dreadnought, que serán, con una eslora de 152,9 m. y un desplazamiento de unas 17.200 ton., los mayores nunca construidos para la RN. Se trata de un proceso de unas dos décadas de duración, iniciado en octubre de 2016 con el corte de las primeras chapas de metal. Va a requerir nada menos que inversiones valoradas en 31.000 millones de libras(4), de forma que el programado reemplazo se pueda concretar desde los primeros años de la década de 2030, tras llegar a un acuerdo con un consorcio industrial formado por BAE Systems, Rolls-Royce y Babcock y decidir que la fase de diseño inicial sea sustentada con cerca de 680 millones de euros.
(4) 35.000 millones de euros, a los que habría que sumar otros 11.000 más que ya se han establecido como presupuesto adicional de contingencia.
foto: Acaban de recibir 6 novedosos destructores con los que están ya apostando por la renovación de sus navíos de combate, una tarea en la que BAE Systems está especialmente activa (foto Octavio Díez Cámara).
Paralelamente, han materializado un acuerdo trasatlántico con los estadounidenses alrededor del sistema de misiles balísticos Trident II, en los que se van a introducir ojivas Mark 4A modificadas más precisas y potentes, de forma que puedan estar en servicio hasta mediados de este siglo, decisión a la que hay que sumar el acuerdo con Francia para desarrollar tecnologías asociadas al mantenimiento seguro y efectivo de las armas nucleares almacenadas.
BAE Systems también está liderando el programa de construcción de los 2 portaaviones del tipo Queen Elizabeth, que han sido concebidos con un desplazamiento de 65.000 ton. y una tripulación de sólo 679 efectivos. Uno ya comenzó el pasado verano sus pruebas de mar de forma que pueda entrar en servicio pronto y su gemelo(5), el Prince of Wales, sigue su producción en un entorno en el que intervienen seis astilleros, en los que están involucrados unos 10.000 trabajadores. Cada uno de esos grandes navíos, que emulan por sus 280 m. de eslora a otros similares estadounidenses, aunque su capacidad de aviones será la mitad –unos 40–, tienen un coste oficial de 3.500 millones de euros y está previsto mantenerlos en servicio durante medio siglo.
(5) arece ser que desplazará unas 3.000 ton. más que su predecesor.
El esfuerzo inversor en nuevos buques militares, que puede llevar a dar de baja próximamente a los anfibios Albion y Bulwark, que llevan poco más de una década en activo, no se va a quedar ahí y, de nuevo, BAE Systems fue seleccionada para la puesta a punto de los 8 futuros buques de guerra multimisión del Tipo 26, también conocidos como GCS (Global Combat Ship), destinados, dentro de un concepto bien distinto al propio de los años de la Guerra Fría, a reemplazar a otras tantas fragatas antisubmarinas Tipo 23. Serán el complemento ideal a los 6 destructores del Tipo 45 entregados entre 2009 y 2013 y ya se ha previsto que ese número de 19 escoltas de superficie pueda ser reforzado a partir de 2030 con una nueva serie de fragatas ligeras, flexibles y de uso más general, que pueden servir para poner a punto una nueva línea de productos que interese a potenciales clientes de otras naciones.
foto: El programa para obtener los submarinos “Astute” sigue su andadura y a buen ritmo, una vez superados algunos problemas iniciales (foto BAE Systems).
En el cometido del dominio del mar, todos esos medios de superficie estarán complementados por 7 novedosos submarinos nucleares de ataque Astute, de los que ya se han recibido 3 unidades que sobresalen por su furtividad, que parece que permite que sean muy difícilmente detectables. Su diseño estuvo plagado de problemas técnicos que requirieron la ayuda de la estadounidense General Dynamics e implicaron grandes sobrecostes y retrasos. Con la llegada del resto se irán dando de baja –previsiblemente entre 2019 y 2012– los 3 del mismo cometido de la clase Trafalgar que hoy todavía operan. Se ha planteado invertir en 3 nuevos navíos logísticos que complementen a 4 novedosos petroleros de doble casco que están en proceso de obtener.
Más medios y capacidades
En las operaciones de todos los anteriores va a ser muy relevante el concurso de helicópteros como los Merlin Mk2 y Mk3 –parte les fueron transferidos en 2014 desde la RAF y Lockheed Martin UK ha actualizado una treintena de los Mk1 a un estándar más actual– o los Wildcat, especializados en operaciones de ataque antisubmarino y de superficie, flotillas que operarán, conjuntamente y a partir del 2018, en el Queen Elizabeth, con los novedosos cazabombarderos F-35 Lightining II de los que recibirán ejemplares del tipo A y B en un número que, tras recientes decisiones, se aproxima ahora a los 170 ejemplares.
foto: A los grandes programas de compras hay que sumar otros, como el que ha propiciado la llegada de los “quad Polaris” para incrementar la capacidad para el combate (foto US Army).
La industria británica aprovechará su construcción para impulsar capacidades que permitan a la RAF hacer frente a amenazas futuras y algunas de esas tecnologías podrían ser beneficiosas para los programas de mejora de su otro pilar de combate, el Typhoon. Estos últimos, que operan junto a los Tornado GR4/GR4A especializados en cometidos de ataque, están siendo reforzados con armas de precisión como los misiles Stormshadow y Brimstone, las bombas SDB (Small Diameter Bomb) y Paveway IV, y los misiles aire-aire Meteor impulsados por un motor cohete tipo ramjet, que les imprime una altísima velocidad y les da un muy largo alcance. Verán reemplazado su radar por un nuevo modelo del tipo AESA (Active Electronically Scanned Array) para que, habiendo reducido el número de los operativos a poco más del centenar(6), puedan seguir activos, como indican fuentes oficiales hasta 2040.
(6) La página web de la RAF informa de la retirada en servicio entre 2015 y 2018 de los más antiguos que se corresponden con ejemplares de la Trancha 1.
Disponer de fondos suficientes en los próximos años les ha llevado a definir inversiones destinadas a la tecnología propia de una futura generación de aparatos de combate que podrían ser del concepto autónomo UCAS (Unmanned Combat Air System) y en cuya obtención y desarrollo trabajarían con los franceses. De momento, están introduciendo una veintena(7) de los General Atomics Protector armados y controlados a distancia, para reemplazar a los MQ-9A Reaper.
(7) Se ha definido un número mínimo a obtener de 16 y uno máximo de 26.
Esos esfuerzos también los están aplicando en su capacidad de transporte con 22 A400M Atlas y 8 C-17 Globemaster III, complementados con 25 C-130J Hercules C4/C5; a su potencial de reabastecimiento en vuelo, que incorpora 14 Airbus A330-200 Voyager –su operación está contratada con Air Tanker–; a la lucha y patrulla marítima, a la que van destinados nueve 9 Boeing P-8 Poseidon para MPA (Maritime Patrol Aircraft); o a la Inteligencia y detección de objetivos, que se benefician de las variadas capacidades que les brindan modelos como los Sentinel R, RC-135W River Joint, Beenchcraft Shadow R1 y E-3D Sentry, en los que se van a introducir modificaciones que permitan mantenerlos en activo en principio hasta 2035.
foto: Los “Lynx” y “Wildcat” operarán preferentemente desde plataformas navales para incidir en una mejor cooperación con sus naves nodrizas (foto Marine Nationale).
La RAF también opera con un número importante de helicópteros, que incluyen 24 Puma HC2 reconvertidos hace unos pocos años desde el estándar HC1 y 14 nuevos CH-47F Chinook Mk6 y 38 Chinook Mk4 y Mk5 algo más antiguos, de los que sólo hace unos meses se conoció que van a ser mejorados para llevarlos al estándar de los más recientes. Las inversiones en medios aéreos van a afectar también al Ejército, pues a partir de 2020 comenzarán a recibir los nuevos helicópteros de ataque Boeing AH-64E que reemplazarán a otros Apache más antiguos y complementarán a los Leonardo Wildcat Mk1 y Lynx, ya en servicio.
Medios terrestres
Nuevas tecnologías en lo que es la mejora del nivel de protección, incluyendo sistemas tan novedosos, como los de autodefensa activa, van a ser instalados en parte de la flota de carros de combate Challenger 2, mejora de la capacidad de supervivencia que se conseguirá con el programa de modernización de los ingenios de combate Warrior y con la llegada de los novedosos Ajax, destinados a la Infantería Mecanizada.
Este impulso en lo que a ingenios blindados se refiere, en los que se han beneficiado plantas españolas de General Dynamics Land Systems (GDLS), lo van a seguir activando para proveerse con 800 8x8, en los que invertirán más de 3.400 millones de euros y que podrían corresponderse, según informaciones publicadas en la prensa inglesa, con el modelo germano Boxex de Rheinmetall, aunque no hay nada definido al respecto y se espera una decisión oficial para finales de 2017.
Lo que sí se sabe es que irán destinados a dos nuevas brigadas del tipo Strike, que podrían ser destacadas a largas distancias con cierta rapidez. La idea es que el Royal Army mantenga un potencial de combate para actuar de forma independiente al de otros aliados, pudiendo enviar al combate una división optimizada para operaciones de alta intensidad, que estaría organizada sobre la base de tres brigadas y que se apoyaría en la 16ª Brigada de Asalto Aéreo para doblar el actual potencial de respuesta ante las amenazas futuras.
foto: Las operaciones de combate en escenarios hostiles han llevado a introducir modificaciones como la de estas rejas fijadas en el exterior de los blindados 6x6 “Mastiff” (foto Octavio Díez Cámara).
Toda esa programación ya conocida, en la que sigue siendo importante el hecho de que el Ejército no baje de una cifra de 82.000 combatientes, permitirá hacia 2025 contar con una fuerza expedicionaria de las FAS británicas formada por unos 50.000 efectivos(8), frente a los 30.000 que se incluían en la previsión anterior. Se trata de un impulso de capacidades en las que se va a tener muy en cuenta lo que aporten tecnologías y sistemas hasta ahora inéditos, por lo cual el sector industrial de la defensa de Reino Unido será vital para la consecución final de unos objetivos especialmente ambiciosos, pero no desacordes con el puesto internacional que pretenden seguir manteniendo desde las máximas instancias de Gobierno británicas.
(8) Entre ellos un Grupo de Tareas de Fuerzas Especiales.
Revista Defensa nº 478, febrero 2018, Octavio Díez Cámara