Santa Bárbara Sistemas va a proveer elementos logísticos y operativos a los vehículos de combate de infantería y caballería (VCI/C) Pizarro Fase II del Ejército de Tierra por 14,4 millones de euros tras la adjudicación de la Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material. La compañía española ha sido seleccionada para suministrar estos equipamientos por considerarla el Ministerio de Defensa la única empresa capacitada técnicamente para el desarrollo del proyecto desde el punto de vista técnico.
Como analizábamos el pasado mes de octubre, tras la aprobación en el Consejo de Ministros de este contrato, se trataría de elementos logísticos ligados a aspectos propios del ciclo de vida de los blindados, así como aquellos que complementan su configuración operativa, tanto de los vehículos de combate de infantería/caballería (VCI/C) como de los Vehículos de Combate de Zapadores (VCZAP). Así pues, podría tratarse, entre otros, de la serie de implementos para su misión específica que requiere el VCZAP, como ya analizamos en su momento.
Como recogía entonces la referencia del Consejo de Ministros, “los vehículos Pizarro Fase 2 se entregarán en los próximos años en las versiones de los Vehículos de Combate de Zapadores (VCZAP) y los Vehículos de Combate de Infantería (VCI/C)”. Esta afirmación es, cuando menos, imprecisa puesto que el Ejército de Tierra recibió en 2017 los últimos blindados Pizarro Fase 2, estando en marcha, únicamente, el programa del Vehículo de Combate de Zapadores (VCZAP) “Castor” del que se construirán 36 unidades. Recordemos que la revisión de los Programas Especiales de Armamento dejó la Fase 2 del programa Pizarro en unos exiguos 117 vehículos, de los que 83 son vehículos de VCI/C mientras que los 36 restantes son de la citada versión “Castor” que supone una evolución sobre el ASCOD en que se basan los Pizarro Fase 1 y 2.
La Fase 2 del Pizarro
El proceso de entrega de las primeras unidades del Pizarro Fase 2 comenzó en enero de 2016 al batallón “Cantabria” I/6. Se trata de las primeras entregas del lote previsto de 117 vehículos de esta segunda fase, cantidad reducida frente a los previstos 212 vehículos que originalmente se iban a adquirir de este vehículo para complementar a los 144 de la Fase I. Esta reducción fue resultado de los sucesivos recortes presupuestarios que ha sufrido el Ministerio de Defensa en los últimos años, fruto en gran parte de la crisis económica.
Por tanto, el Ejército de Tierra dispondrá finalmente de 261 de estos vehículos de combate de infantería (VCI) entre las dos fases, habiendo versiones de combate de infantería o caballería, de puesto de mando, de observador avanzado, de recuperación de combate para zapadores.
La Fase II del vehículo incluye gran número de mejoras sobre el diseño original. Para empezar se trata de un vehículo ligeramente más grande ya que tanto la longitud como la altura se han incrementado pasando de 6,9 m. a 7,1 y de 2,6 a 2,7. El incremento de anchura se debe a la adopción de unos faldones protectores de los costados de mayor grosor que aportan mayor protección y una firma térmica más reducida.
Los cambios en el exterior continúan con un portón trasero de nuevo diseño así como la disposición de las zonas de almacenaje en la torre. El interior de la torre ha sido rediseñado presentando una disposición nueva orientada a una mayor ergonomía. Se han reemplazado el calculador balístico, la unidad de control y el mando del jefe del vehículo así como las pantallas de presentación de datos del jefe y del tirador.
El conjunto mecánico se ha cambiado, incluyendo la sustitución del motor MTU 8v 183 TE22 de 600 cv por el mismo motor MTU 8V 199 TE20 de 710 cv. que porta el Ulan, el “primo” austríaco del Pizarro, surgidos ambos del programa ASCOD. Junto al nuevo motor se ha cambiado la transmisión Renk que portaban las primeras versiones por la nueva transmisión SAPA SG-850 de la que nos hemos ocupado en defensa.com por sus avanzadas prestaciones.
Como resultado el peso del vehículo se ha incrementado y la capacidad de combustible se ha reducido de 610 a 555 litros de combustible lo que supone una menor autonomía. Las modificaciones introducidas requerirán que se formen de nuevo sus conductores para adaptarse a las nuevas prestaciones y disposición del vehículo.
El VCZAP por su parte ha sido sobradamente analizado en este medio, siendo el pasado mes de enero cuando actualizamos las claves de su incorporación al Ejército de Tierra. (José Mª Navarro García)
Fotografia: El Vehículo de zapadores Castor para el Ejército de Tierra (autor)
