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Domingo, 15 de diciembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Carros de combate Panzer y UNL-35, una ametralladora Hotchkiss Mle 1914 y grupos de recreación en el 87 aniversario de la batalla de Brunete

El Panzer I transitando por las calles de Navalagamella, detrás el UNL-35. (foto Julio Maíz Gutiérrez)
El Panzer I transitando por las calles de Navalagamella, detrás el UNL-35. (foto Julio Maíz Gutiérrez)

Con motivo del 87 aniversario de este duro enfrentamiento de la Guerra Civil española, se ha podido ver la recreación de la batalla de Brunete en el escenario histórico que forma un bunker y las calles de Navalagamella, grupos de recreación histórica, blindados, ametralladoras, etc.

Entre el 6 y el 25 de julio de 1937 se libró la batalla de Brunete que, además de provocar la destrucción de esta localidad madrileña, afectó a otras, como Navalagamella. Es precisamente en éste último pueblo, que perdió el 75 % de sus edificios durante la lucha, incluidos el Ayuntamiento, donde se realizaba el pasado 30 de noviembre la recreación de la batalla entre el Ejército Popular de la República (EPR) y las tropas nacionalistas del general de Franco.

Junto a los grupos de reconstrucción histórica, perfectamente uniformados como los combatientes de ambos bandos, se pudieron ver varias réplicas de medios blindados de los años treinta del pasado siglo, destacando la presencia de un carro de combate Panzer I Ausf B alemán y un Unión Naval de Levante (UNL)-35 de fabricación española, a los que sumaba un cañón anticarro alemán Pak 36 (Panzerabwehrkanone 36) de 37 mm.

Dos militares del “bando franquista” listo para disparar su ametralladora Hotchkiss Mle 1914 de 7x57 mm. (foto Julio Maíz Gutiérrez)

La de este año ha sido la III edición de esta recreación de la batalla de Brunete, que llena de visitantes este pequeño pueblo madrileño de apenas 3.000 habitantes. En Navagalamella, que al terminar la batalla permaneció en manos nacionales, se pueden además ver algunos restos de la línea del frente, en concreto dos búnkeres y algunas trincheras.

El fortín, denominado De la Iglesia, fue uno de los principales escenarios de la recreación de la batalla, que estuvo a cargo de la Asociación Española de Reconstrucción Histórica (AERH), en concreto de su Grupo Cabo Noval, por parte de los nacionalistas, o la Frente de Madrid, por parte del Ejército Popular de la Republica.

En la citada fortificación de la época estaban “atrincherados” los miembros del Grupo Noval, que mostraban una ametralladora de la época de diseño francés Hotchkiss Mle 1914, aunque construida y modificada en los años treinta del pasado siglo para disparar la munición estándar española de la época, de 7x57 mm Mauser en la fábrica de Armas de Oviedo (Asturias) en los años treinta.

Destacó también la participación del Ayuntamiento de Navalagamella, Turismo de la Sierra Oeste de Madrid y la Comunidad de Madrid, entre otros organismos oficiales, además de la Fundación Don Rodrigo, que aportó las réplicas de blindados, que están en movimiento, y el cañón anticarro Pack 36.  (Julio Maíz)

 

 


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