La compañía Airbus ha actualizado la información relativa al programa de entrenador para el Ejército del Aire, al que se refiere como AFJT por Airbus Future Jet Trainer, destacando que se trata de una propuesta diseñada para el Ejército del Aire y que incluye una amplia base industrial nacional. La propuesta de Airbus, en la línea de las tendencias actuales, contempla no solo la fabricación de un avión de entrenamiento sino de un sistema integral que incluye simuladores en tierra y capacidad de entrenamiento embebido en el aparato.
El entrenador de Airbus destaca por tres características. En primer lugar se trata de una propuesta con un riesgo tecnológico controlado ya que su diseño y concepción giran en torno a la seguridad, la economía, la simplicidad y la fiabilidad. Los plazos disponibles, con la necesidad de reemplazar al F-5 a partir de 2027 implican que no se puede partir desde cero en todos los aspectos, por lo que se emplearán equipos probados y fiables y se contará con la industria nacional para desarrollar otros. Igual que en los años ochenta con el desarrollo del C-101, se buscará ser competitivo en coste y se requerirá una inversión “controlada” por parte del Ministerio de Defensa.
Se trata de una solución optimizada y eficiente, ya que está diseñada para el entrenamiento avanzado (fases III y IV que se hacen con el F-5) con una envuelta operacional que cumple los requisitos del Ejército del Aire, una aviónica avanzada capaz de simular los entorno actuales y futuros más exigentes y servirá de base para el entrenamiento del futuro en el Ejército del Aire con la llegada del FCAS / NGF (New Generation Fighter) en la década de 2040. Esto permite dotar al Ministerio de Defensa de soberanía y posicionarse para los futuros programas de defensa internacionales.
Por último, supone una apuesta por las capacidades de la industria nacional y de las entidades nacionales, aportando ventajas respecto a consorcios anteriores en los que ya hay experiencia. Habrá una cadena logística única, no será un consorcio como el Eurofighter, habrá autonomía en el desarrollo de software, no habrá “cajas negras” propiedad de terceros y todo estará disponible para el ministerio de Defensa. Se capacitará a entidades nacionales, como el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) que hace años no certifica un aparato completo (desde el CN235 y C295), lo que le dará capacidades nuevas y permitirá ganar competencias. Por último se podrán desarrollar nuevas versiones.
Características
No se trata únicamente del desarrollo de una plataforma sino que es un sistema integrado, incluirá entrenamiento LVC, por Live (usando un avión real), Virtual (incluye una red de simulación en tierra interconectada) y Constructive (contará con capacidad embebida dentro del avión para inyectar blancos, amenazas o fallos del avión por ejemplo), además se puede reconfigurar la presentación de las pantallas del avión para simular el F-18 o el Eurofighter.
Sus características permitirán reducir los costes en las bases, ya que se harán tareas que antes recaían en F-18 o Eurofighter, también tendrá capacidad de reabastecimiento en vuelo, podrá hacer vuelo supersónico (derivado de requerimientos de viraje sostenido del Ejercito del Aire). Cubrirá las últimas fases de la escuela básica y las primeras de las unidades de conversión operativa (OCU) para entrenar las plataformas que haya entonces en el Ejército del Aire.
Las cantidades y especificaciones
El fabricante ha contemplado un escenario inicial de 50 a 55 aviones con los que se sustituirían los F-5 y los C-101 de la Patrulla Águila así como algunos C-101 de la base aérea de Matacán. Airbus se encuentra ya en una fase muy avanzada de diseño del avión, que contará con las últimas tecnologías de interfaz hombre-máquina (HMI por sus siglas en inglés), pantallas de gran tamaño en cabina para simular las que emplean los modernos aviones de combate y una aviónica capaz de integrar sistemas embebidos para formación. Se contemplan por ahora dos plantas motrices como serían la Eurojet y una propuesta por Safran, en torno ambas los 5.500 kg. de empuje, siendo este un factor muy importante en el diseño del aparato. El fabricante recuerda que se parte de 0 en el diseño, no habiendo reutilización de diseños anteriores como el no nato Mako de EADS.
Por último la aeronave tiene una gran capacidad de crecimiento que se podría materializar en otras variantes como las destinadas a actuar como agresores en entrenamiento avanzado, una versión de ataque a tierra o para patrullas acrobáticas. El Ejército del Aire deberá cubrir esta necesidad operativa previsiblemente en 2027 y durante numerosas reuniones con la División de Planes del Ejército del Aire se han discutido los Requerimientos de Estado Mayor (REM) y a día de hoy se están cumpliendo. Actualmente se está preparando la propuesta formal al Ministerio de Defensa, primero contestando a la matriz de cumplimiento de los REM y en una segunda fase antes de que acabe el año se realizará una oferta. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El cronograma previsto del programa (Airbus)