La mañana del 9 de enero la fragata Cristóbal Colón de la Armada española inicia en Ferrol (La Coruña) un largo periplo que la llevará hasta Australia para proporcionar adiestramiento a las futuros dotaciones de los nuevos destructores de la Royal Australian Navy. Una vez acabada dicha misión, en el camino de vuelta a su base completará la circunvalación del planeta.
El crucero de la más moderna de las fragatas de la Armada, la Cristóbal Colón, que luce en su caso el numeral F-105, tiene lugar casi cinco siglos después de la primera vuelta al mundo que se completó en la historia, la de la nao Victoria al mando del marino español Juan Sebastián Elcano. La principal misión del navío y su dotación de 188 marinos, al frente de los que está el capitán de fragata Ignacio Cuartero Lorenzo, es proporcionar adiestramiento a los marinos de la Royal Australian Navy (RAN) que operarán el primero de los tres destructores australianos de la clase Hobart, buque enmarcado en el programa Air Warfare Destroyer (AWD), cuyo diseño ganó la empresa española Navantia, que proporciona a los australianos la ingeniería naval para construirlos, basada en la utilizada en las fragatas españoles clase F-100 y la mejorada de la F-105, además de sistemas y la dirección de los trabajos.
La misión de la Cristóbal Colón, que durará siete meses aproximadamente, consta de tres fases, la de ida al escenario de operaciones, la de integración con la RAN que durará cuatro meses, y la vuelta a España. Así, tras salir del Arsenal de Ferrol recorrerá el Mediterráneo, cruzará el Mediterráneo y el Canal de Suez, haciendo su primera escala en el puerto saudí de Yeda, la principal sede de la marina militar de Arabia Saudita en el Mar Rojo. Esta estudiada presencia naval en favor de la industria española, podría coincidir con la visita del 14 al 16 de enero de S.M. el Rey al país árabe, durante la cual se espera que se firme un contrato para que Navantia suministre cinco corbetas a la marina militar del Reino. Las otras escalas del viaje serán en Mumbai (India) y la ciudad Estado de Singapur.
La llegada a Australia está previsto se realice a mitad de febrero, donde permanecerá cuatro meses bajo el control operativo de la RAN según lo previamente acordado. Su misión primordial será la de adiestramiento, para lo que embarcará sucesivamente diferentes grupos (40 personas aproximadamente) de marinos militares australianos. A mitad de junio está previsto que acabe la misión en las antípodas españolas, iniciando su vuelta España siguiendo la ruta del Pacífico, que cruzará realizando una necesaria escala en Tahití (Polinesia Francesa), antes de recalar en el puerto peruano del Callao, principal sede de la Marina de Guerra de Perú. Tras entrar en el Caribe por el Canal de Panamá, atracará en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, desde donde iniciará la fase final del periplo, que finalizará en su base de Ferrol, a principios de agosto.
La génesis del importante despliegue, surge de los acuerdos entre la RAN y la Armada para que ésta última proporcionase la oportuna formación a los marinos australianos que empezarán a operar, presumiblemente tras su entrega en junio, el HMAS Hobart, que da nombre a su clase de tres destructores, fruto del programa AWD.
Dicha petición, por parte de una de las punteras marinas militares del área Asía-Pacifico, da idea del extraordinario nivel en general de la Armada y en concretó de la dotación de la F-105. Los profesionales que sirven en la Cristóbal Colón han dedicado la mayor parte de 2016 a preparar la superación de las exigentes pruebas de evaluación/cualificación de la US Navy realizadas en Estados Unidos, denominadas Combat System Ship Qualification Trials (CSSQT), y las no menos exigentes efectuadas en España por parte del Centro de Evaluación y Certificación en el Combate (CEVACO) de la propia Armada. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: La fragata “Cristóbal Colón” Foto: Julio Maíz/defensa.com
