La estrategia de Trump en Afganistán. ¿Acuerdo o retirada?
Revista Defensa nº 495-496, julio-agosto 2019
Javier Ruiz, 12 de agosto de 2019
En agosto de 2017, en un discurso a la nación, el presidente Trump informó de un cambio radical en la estrategia en Afganistán que implicaba que la retirada de Estados Unidos no estaría sujeta a plazos, sino a condiciones. Trataba así de evitar que, anticipando la fecha de la retirada, los insurgentes se limitaran a esperar ese momento para relanzar su ofensiva. A pesar de ello, Trump ordenó el 19 de diciembre de 2018 reducir a la mitad la presencia de sus tropas allí, al mismo tiempo que una retirada completa de fuerzas de Siria. En este caso se justificó por el cumplimiento de los objetivos perseguidos, pero en el afgano no hubo justificación alguna.
El mensaje para aliados y enemigos es claro: el compromiso de Trump con Afganistán es poco firme y puede desvanecerse en cualquier momento. Tanto unos como otros no descartan un abrupto fin de la presencia militar estadounidense o una reducción drástica de efectivos, que podría producirse en cualquier momento y sin previo aviso. Esta situación es particularmente delicada, porque coincide en el tiempo y choca frontalmente con el hecho de que Estados Unidos y los talibán están manteniendo simultáneamente conversaciones en las que, entre otras cosas, se discute el calendario de retirada de las tropas estadounidenses.
Según el plan difundido en Washington, sus tropas se retirarán de Afganistán durante los próximos tres a cinco años y el resto de fuerzas internacionales en el mismo plazo. Iría acompañado de un acuerdo de paz que supondría la participación de los talibán en...
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