Los submarinos del s. XXI
José María Treviño
Desde que el hombre en la prehistoria aspiró a dominar las profundidades dentro de una embarcación sumergible, hasta el actual Siglo XXI, han ocurrido infinidad de vicisitudes, que a lo largo de más de 2000 años de historia marítima llevaron al submarino a la situación actual de dominio de los océanos en todas las latitudes y circunstancias meteorológicas.
Remontándonos tan sólo al primer ataque probado a un buque de guerra por un submarino, el de la Tortuga de Bushnell, en el año de 1776 en plena Guerra de Independencia de Estados Unidos, el 6 de septiembre de ese año el sargento de Infantería Ezra Lee, introducido dentro del ingenio construido de madera y con forma ovoide se dejó llevar por la corriente del río Hudson hasta la fragata británica HMS Eagle, fondeada cerca de donde hoy se encuentra la Estatua de la Libertad, con la sana intención de hundirla. Desafortunadamente, la fragata llevaba un forro de cobre y el osado protosubmarinista no pudo perforar el casco y el ataque fracasó, debiendo retirarse propulsado por una hélice movida a mano.
Una segunda intentona años más tarde durante la Guerra de Secesión norteamericana, el 17 de febrero de 1864, realizada por el submarino confederado H.L. Hunley, bautizado con el nombre de su autor, hundía a la fragata USS Housatonic de la Unión, que bloqueaba el puerto de Charleston. Pese a lo exitoso del ataque hubo que lamentar la pérdida del sumergible por efecto de la carga explosiva que, ubicada en el extremo de...
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