OPV , algo más que corbetas “light”
Revista Defensa nº 474, octubre 2017
Javier Bonilla, 6 de julio de 2018
El concepto ha variado, a veces de acuerdo al espíritu del cliente y otras para ganar nichos de mercado. Actualmente los OPV (Off-Shore Patrol Vessel) representan algo más que los PZM (Patrullero de Zona Marítima) o el revolucionario concepto de Navantia de BAM (Buque de Acción Marítima), navíos multipropósito construidos con un alto grado de flexibilidad modular para realizar diversas labores encomendadas a la autoridad marítima. Pueden ser operados por la armada de un país, guardacostas o, más raramente, fuerzas especializadas e, incluso, ser construidos para fines de alta prioridad, como la clase “Shikishima” de la Guardia Costera japonesa, el mayor y más pesado patrullero oceánico del mundo, con 150 m. de eslora y 6.500 ton., comprado originalmente para resguardar buques de transporte de plutonio.
La multifuncionalidad y la autonomía parecen ser dos capítulos fundamentales, al tratar de proteger fundamentalmente las amplias ZEE (Zona Económica Exclusiva) de cada país, muchas de ellas, como las de Brasil, Uruguay y, próximamente, Argentina, ya extendidas prácticamente a las 350 millas náuticas. En América, exceptuando cualquier necesidad que pudiera provenir de una guardia costera o los OPV definidos como tales en Canadá (que son más bien fragatas ligeras bastante sofisticadas), los operan las armadas, entre ellas buena parte de las que más sufren o sufrirán contingencias presupuestarias, minando o reduciendo su capacidad de contar con embarcaciones militares clásicas mayores en sus flotas.
Foto: ARC "7 de Agosto", la versión colombiana de Fassmer.
Excepcionalmente, en naciones que hasta hace poco gozaban de mejores condiciones económicas aparentes para sus...
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