Los orígenes del radar DADR/LTR-25 de la empresa española Indra se encuentran en la decisión del Consejo Atlántico, por la que se aprueba el Paquete de Capacidad para dotar a la Alianza de radares de defensa aérea desplegables; además de considerarse elegibles para su financiación con cargo al programa de inversiones de seguridad de la OTAN.
Posteriormente, en el marco de la estructura de mando de la Alianza Atlántica, actualmente en vigor, se creaba el DACCC (Centro de Mando y Control Aéreo Desplegable, conforme su denominación en inglés) con base en la ciudad italiana de Poggio Renatico y que dispondría de una sección de sensores desplegables (DSE) activos y pasivos. Los sensores activos de la unidad recibirían la denominación de DADR (siglas en idioma inglés de Radar de Defensa Aérea Desplegable)
La misión del DADR es mejorar la cobertura de vigilancia aérea dentro del área de responsabilidad (AOR) de SACEUR, Estos sensores complementan a los que las naciones europeas de la OTAN ponen a disposición de la Alianza para el Sistema Integrado de Defensa Aérea y Antimisil (NATINAMDS). La Defensa Aérea y de Misiles Integrada de la OTAN es una misión esencial y permanente en tiempos de paz, crisis y conflictos, salvaguardando y protegiendo el territorio, las poblaciones y las fuerzas de la Alianza contra cualquier amenaza o ataque aéreo o de misiles.
En paralelo con el proceso de entrada en servicio de la estructura de mando, se ponía en marcha la definición y aprobación, por el Mando de Operaciones (ACO) y por el Estado Mayor Internacional de la Alianza, de los requisitos NATO DADR o NATO Clase II, que constituirían la base técnica para el lanzamiento de una licitación internacional entre empresas de los países de la OTAN. Todo ello siguiendo los procedimientos del programa de inversiones de seguridad de la OTAN (NSIP). Estos requisitos introducían, entre otras funcionalidades, la detección de misiles balísticos tácticos.
Sobre la base de los requisitos NATO DADR e incluyendo otros del componente desplegable de mando y control del Ejército del Aire y del Espacio, el Ministerio de Defensa de España junto con el Ministerio de Industria, adelantándose a la licitación OTAN, suscribió un contrato de colaboración público-privada con la empresa Indra para el desarrollo y suministro de un radar DADR, con la denominación de “Lanza T”.
En el ámbito del proyecto OTAN, la Agencia de Comunicaciones e Información de la Alianza (NCIA) fue la responsable de la licitación, que introducía también como criterio de adjudicación en el contexto del ICB, el denominado “Best Value” (mejor relación calidad-precio). El radar DADR/LTR-25 (por Long-range Tactical Radar) de Indra fue el adjudicatario de las dos unidades del radar licitadas.
El radar ofertado por Indra constituía la última generación de radares de alerta temprana, destacando en su tecnología la conformación digital del haz, una tecnología clave que dota de flexibilidad al radar para adaptarse a cualquier tipo de entorno y amenazas.
En el proceso de aceptación del radar, destacaron las pruebas y posterior certificación de la capacidad de detección de misiles balísticos, y en concreto la estimación del punto de lanzamiento, el punto de impacto, la trayectoria y el punto de interceptación. Para comprobar estas capacidades se utilizó una herramienta de certificación y pruebas de la agencia NSPA de la OTAN (NATO Support and Procurement Agency), basada en un dron que simula el retorno de la señal radar reflejada por un misil balístico. Durante dicha prueba se demostró el funcionamiento eficaz del radar con diferentes perfiles de vuelo de los misiles en sus diferentes fases.
El primer test en despliegue operativo del radar realizado por el DACCC, se efectuó en Cervia (Italia), base aérea de la Aeronáutica Militar Italiana, donde quedó demostrada la capacidad de la OTAN para desplegar y sostener un sistema de vigilancia aérea.
Durante el último año y a petición de los Países Bajos, el DACCC desplegó uno de los dos DADR asignados en la Base Aérea de Leeuwarden (Países Bajos), al objeto de mejorar la cobertura y la capacidad de los sensores en el área de responsabilidad (AOR) del centro de vigilancia y control (ARS/CRC) de Países Bajos y garantizando con ello, su integración en el NATINAMDS para mantener la integridad del espacio aéreo asignado por la OTAN.
Como colofón de todo el proceso descrito anteriormente, el DACCC declaró el pasado agosto la capacidad operativa inicial del despliegue del radar DADR en Cataloi (Rumanía). Este despliegue, tiene por objeto apoyar las actividades de vigilancia aérea de la Alianza en el flanco sureste, lo que permite mejorar la cobertura de vigilancia en la frontera de Rumania, especialmente para detectar objetos aéreos de muy baja superficie de reflexión, como son los drones, misiles crucero o balísticos, que puedan acercarse al espacio aéreo de un país perteneciente a la OTAN.
En palabras del comandante del DACCC, general Denny Traas publicadas en la web del Mando Aéreo de la OTAN en Ramstein (AIRCOM) "Nuestra primera prioridad es contribuir al esfuerzo de la OTAN para lograr una postura militar robusta y capaz de disuadir de un ataque a la Alianza y estar preparados para defender cuando falle la disuasión".
Este despliegue coincide con otro de aeronaves de combate, en el que van rotando desde hace varios años cazas de distintas fuerzas aéreas de países de la OTAN -actualmente F-18 españoles- en la Base Aérea Mihail Kogalniceanu, Rumanía, para llevar a cabo una Policía Aérea reforzada.
Capacidad industrial nacional
Indra es uno de los principales fabricantes de radares del mundo y, además de ser proveedor de la OTAN, suministra también sistemas a diferentes países miembro de la Alianza. Además de Reino Unido y España, otros países como Francia, Alemania, Portugal, Dinamarca o Lituania también cuentan con sistemas de Indra. Los radares fijos de largo alcance de la compañía constituyen un elemento central para la protección del espacio aéreo español desde hace décadas.
Por otra parte, la tecnológica se ha adjudicado el pasado mes de septiembre un importante contrato para suministrar hasta 15 radares de control aéreo a Polonia, unos sistemas con los que este país reforzará las capacidades de sus bases aéreas. Fuera del viejo continente, Indra ha exportado sus sistemas a Latinoamérica, África, Asia y Australia. (José Mª Navarro García)