Sus orígenes datan de 1986, cuando se las concibió para dar seguridad a instalaciones durante el campeonato mundial de fútbol. Luego, ya conformadas con una estructura operacional más avanzada, se les envió para responder al levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas en 1994, llegando a contar hasta con 10 mil efectivos distribuidos en puntos estratégicos del país.
En junio de 1990 las unidades que constituyeron el pie veterano de las Fuerzas Especiales fueron cesadas para resurgir el 16 de agosto de ese mismo año como Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE). Esa fue originalmente la fecha oficial del surgimiento de esta unidad de élite, pero fue modificada en 2004 cuando los GAFEs fueron cesados y la SEDENA creó el Cuerpo de Fuerzas Especiales (CFE) que opera actualmente.
Después, con múltiples cambios, se les ha involucrado en asuntos de seguridad interior para hacerle frente a los cárteles del narcotráfico en todo el país.
Estructura de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano
Integradas actualmente por unos 3.500 efectivos distribuidos en 6 batallones, una Fuerza de Reacción Inmediata y un grupo especial de intervención -la cantidad más reducida de elementos y unidades en la historia de este cuerpo de elite-, las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano han vivido toda clase de experiencias positivas y negativas en poco más de tres décadas de existencia, en las que han logrado capturas del más alto nivel, han sufrido ataques fatales del crimen organizado, han perdido a decenas de integrantes en accidentes y en enfrentamientos armados, han visto a algunos de sus integrantes convertirse en un cártel (los Zetas), han sufrido centenares de deserciones y restructuraciones constantes hasta quedar como un ente operativo de despliegue inmediato.
Entre sus logros están las capturas de Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo (CDG), en marzo de 2003; en enero de 2008 detienen a Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, del Cártel de Sinaloa (CDS); en noviembre de 2008 Jaime González Durán, El Hummer, de los Zetas; en marzo de 20’09 capturan a Vicente Zambada Niebla, Vicentillo, del CDS; Vicente Carrillo Leyva, hijo de Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, del Cártel de Juárez; en junio de 2010 abaten a Ignacio Coronel Villarreal, Nacho Coronel, uno de los líderes del CDS.
Episodios oscuros de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano
Las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano también han vivido momentos de traición y frustración, cuando, a finales de los noventas, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) solicitó a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) su apoyo para reforzar operativos en Tamaulipas en contra del CDG. La SEDENA envió a un grupo de militares que habían efectuado cursos de fuerzas especiales.
El grupo trabajó unos meses como se le había ordenado, pero terminó desertando o pidiendo su baja para unirse al Cártel del Golfo y convertirse, con los años, en los Zetas, una de las organizaciones criminales más violentas que, a su vez, se separó del CDG, se volvió su rival y enfrentó al Ejército durante varios años hasta que sus integrantes fueron eliminados o detenidos por los grupos de Fuerzas Especiales.
El 1° de mayo de 2015, en el inicio de la Operación Jalisco, diseñada para detener a Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), tres helicopteros Cougar de la FAM trataron de aterrizar y desplegar tropas de Fuerzas Especiales en el poblado de Casimiro Castillo para capturarlo, pero fueron atacados con fusiles sniper y con lanzacohetes RPG. El Cougar 1009 fue derribado y sus 10 ocupantes murieron calcinados en el lugar.
El culiacanazo
Esta unidad de elite protagonizó un episodio que conmocionó a la opinión pública, se convirtió en el primer escenario de crisis severa para el presidente Andrés Manuel López Obrador y fue el inicio de las confrontaciones con la DEA. El 17 de octubre de 2019, mientras Obrador encabezaba el inicio de la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en Culiacán, Sinaloa, un comando de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano lograba burlar todo el círculo de seguridad de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, entrar a su casa por el estacionamiento y detenerlo junto con su familia. El objetivo era entregarlo en extradición a un grupo de la DEA que aguardaba la culminación del operativo.
Sin embargo, uno de sus hermanos, Iván Archivaldo, fue avisado de la captura y ordenó el despliegue de decenas de sicarios que tomaron las calles de la ciudad, atacaron la Unidad Habitacional Militar, dispararon contra civiles y amenazaron con una escalada mayor si Ovidio no era liberado de inmediato.
El llamado culiacanazo fue, al mismo tiempo, un operativo exitoso y un fracaso político, ya que el presidente abortó toda la misión: ordenó la retirada de las tropas, liberó a Ovidio, sacó a las Fuerzas Especiales del estado de Sinaloa, reveló el nombre y grado del militar responsable de las operaciones antidrogas en el Ejército al tratar de explicar y justificar lo ocurrido atribuyéndole la toma de decisiones precipitadas.
Pese a todo esto, la cooperación militar de México con los Estados Unidos se ha mantenido firme y es creciente de manera aceptable. No ocurre lo mismo con la DEA, instancia de la que el gobierno mexicano se ha distanciado cada vez más, aunque la agencia antidrogas estadunidense sigue prefiriendo trabajar con la Armada de México en lugar de hacerlo con el Ejército.
La estructura de capacitación de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano comprende:
- Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales (C.A.F.E.) Temamatla, Estado de México.
- Sub-Centro de Adiestramiento San Miguel de los Jagueyes, Estado de México, (Operaciones Urbanas)
- Sub-Centro de Adiestramiento Laguna Salada, Baja California (Operaciones en desierto y terrenos áridos)
- Sub-Centro de Adiestramiento Xtómoc, Quintana Roo (Operaciones en jungla, anfibias, buceo de combate)
- Sub-Centro de Adiestramiento El Salto, Durango (Operaciones en Montaña)
- Sub-Centro de Adiestramiento Virtual, en Temamatla, Estado de México.
La ruta crítica en la formación de tropa de las Fuerzas Especiales es la siguiente:
- Oficiales de Fuerzas Especiales
- Sargentos de Fuerzas Especiales
- Tirador selecto
- Operaciones de contraterrorismo
- Operaciones de intervención
- Curso de seguridad integral
- Curso de Fuerzas Especiales
- Curso de Combate urbano
- Operaciones de montaña
- Operaciones de selva y anfibias
- Operaciones ribereñas
- Buceo de combate
La formación básica de un elemento del Cuerpo de Fuerzas Especiales toma aproximadamente 6 meses, tiempo al que se añadirán las especialidades y cursos recurrentes de actualización cuya duración es variable (de 2 a 6 semanas). (Jorge Alejandro Medellín)