La Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF, United States Air Force) tiene en marcha varios planes de potenciación de capacidades que afectan a su flota de aviones de reabastecimiento en vuelo e incluyen uno por el que los KC-135 Stratotanker se convertirían en aparatos desde los que lanzar cientos de UAVs (Unmanned Aerial Vehicles).
Para comprobar su viabilidad en ese nuevo cometido se ha planteado ya un primer experimento de los KC-135 Stratotanker que, previsiblemente, tendría lugar en la primavera de 2023. Del acontecimiento fuimos partícipes de una forma nada convencional al filtrarse un memorándum de fecha 1 de febrero de 2023 procedente del máximo responsable, el general Michael A. Minihan, del Mando de Movilidad Aérea (AMC, Air Mobility Command) de la USAF.
El que augurase en ese documento oficial, dirigido a algunos de sus subordinados, que habría un conflicto con China en 2025, hizo que el documento fuese público en distintos ámbitos. En un análisis más detallado del mismo, puede leerse que en su segunda página figuran varias actividades específicas del AMC de la USAF para marzo; una de ellas, dice claramente: “las unidades de KC-135 se coordinarán para proporcionar detalles conceptuales de cómo lanzar desde el aire cien aparatos controlados a distancia UAVs desde un único aparato”.
Los aviones de reabastecimiento KC-135, convenientemente adaptados, podrían servir para transportar, lanzar y coordinar el uso de decenas de plataformas aéreas autónomas. (USAF)
Cambios rápidos
Los KC-135 Stratotanker, que entraron en servicio en 1957 y está previsto que continúen en activo hasta la década de los años 40 de este siglo, se fabricaron en un número próximo a los 800 ejemplares y quedarían en servicio cientos de ellos aún. Sus cuatro turbofanes y ochenta y tres mil libras de capacidad de carga son un factor especialmente positivo para la USAF pese a su edad.
Ahora, según lo que señala el general Minihan, el Mando de Movilidad Aérea de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos cobraría más valor en sus cometidos al añadir el uso de sus aviones cisterna, como es el caso de los KC-135 Stratotanker, como plataformas en las que transportar y lanzar cientos de UAVs que seguramente serían de un tipo común de fácil fabricación y costo limitado que podría incluir ejemplares transformados como armas de ataque; su lanzamiento en masa saturaría las defensas antiaéreas del adversario, haciéndole consumir muchos recursos para acabar con todos ellos y aun así no sería fácil neutralizarlos a todos.
La USAF podría alargar la vida de sus KC-135 más allá de mitad de siglo si con ellos se obtienen nuevas capacidades.
El experimento que pueda surgir del análisis que se haga dentro del propio Mando de Movilidad Aérea en los próximos meses seguramente tendrá como consecuencia pruebas de lanzamiento de UAVs, de forma parecida a distintos experimentos realizados en los últimos tiempos para emplear aviones de transporte de la USAF, que también conforman parte del AMC, como plataformas desde las que lanzar misiles de crucero y otras armas ofensivas; esas validaciones han permitido obtener datos relevantes en aspectos como municiones paletizadas, mejoras de los equipos de Mando y Control, alerta situacional digitalizada o enlaces cifrados tipo data link de carácter táctico. En noviembre del pasado año se probaba en Noruega, en el marco del proyecto Rapid Dragon el lanzamiento de misiles de crucero desde un Hercules de la USAF.
Coincidiendo con el cambio de década, la Fuerza Aérea de Estados Unidos concibió, como publicamos entonces, la idea de transformar plataformas como los aviones C-130 Hercules y C-17 Globemaster III en aeronaves capaces de lanzar misiles sobre distintos tipos de objetivos, capacidad a la que cabría añadir que esos modelos pueden operar desde pistas de corta longitud e incluso desde zonas semipreparadas. (Octavio Díez Cámara)