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Martes, 2 de julio de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Los bombarderos B-52H podrían recuperar su capacidad de lanzamiento de armamento atómico

Dos bombarderos B-52H de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. (foto USAF)
Dos bombarderos B-52H de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. (foto USAF)

Con la vista puesta en el vencimiento del último tratado de limitación de armamento New START en el año 2026, el Congreso de los Estados Unidos estaría planificando cómo lograr recuperar las capacidades de lanzamiento de armamento atómico desde los bombarderos B-52H de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Tanto el proyecto de ley de Política de Defensa del Senado, como el de la Cámara de Representantes para el año fiscal 2025, requerirían que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos o United States Air Force (USAF) volviera a convertir estos veteranos bombarderos convencionales en parte de la tríada nuclear casi una década después de eliminar esas capacidades.

Esa decisión se tomó para cumplir con los límites del nuevo tratado de limitación de armas estratégicas o New START (Strategic Arms Reduction Treaty), que tras ser firmado en 2010 por los entonces mandatarios de Estados Unidos (Obama) y Rusia (Medvedev) entró en vigor el 5 de febrero de 2011, y expira en febrero de 2026.

La actual medida forma parte de los proyectos de ley de política de defensa, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, y debería entrar en vigor en el curso del año 2025. La decisión se enmarcaría dentro de la creciente preocupación estadounidense respecto de las trayectorias que vienen siguiendo sus dos principales competidores geopolíticos, China y Rusia.

El primero de ellos se incluye en tanto se encuentra en pleno proceso de acrecentar su arsenal nuclear, mientras que el segundo ha suspendido su participación en el tratado New START en el marco de su política de hostilidad a la OTAN, tras lanzar la invasión de Ucrania en febrero de 2022.

Un entorno nuclear sin limitaciones de ningún tratado

Siguiendo esa línea, Mike Rogers (republicano por Alabama), el actual presidente de los Servicios Armados de la Cámara de Representantes, ha declarado: “El tratado expira en 2026, y la perspectiva de que Rusia se siente a la mesa para discutir seriamente el control de armas es altamentemente improbable (…) Necesitamos estar preparados para enfrentarnos a un entorno nuclear sin limitaciones de ningún tratado“.

En principio, el proyecto de parte de los legisladores estadounidenses plantearía que la USAF comience la transformación de unos 30 bombarderos Boeing B-52H Stratofortress para restaurar sus capacidades de ataque nuclear, tan solo un mes después de vencido el actual tratado New START. El plan sería que a finales de 2029 ya estuvieran listos, además, estos bombarderos estratégicos requerirían un trabajo más amplio de modernización para extender su vida útil, como mínimo hasta el 2050.

Esta última cuestión no es en absoluto un dato menor, en tanto la gran inversión que esto requeriría ha levantado varias críticas desde el oficialismo demócrata; a la vez que se le suman críticas respecto de la señal negativa que se envía hacia el exterior, dificultando las futuras negociaciones de un renovado tratado New START.

En ese sentido, el representante demócrata Adam Smith ha declarado: “El Departamento de Defensa no está interesado en hacer ésto (…) Lo que les interesa es invertir en el B-21, que es el bombardero con capacidad nuclear de próxima generación, que costará mucho dinero. Además, actualmente están intentando extender la vida útil de varios B-52 hasta 2050, lo que creen que pueden hacer, aunque sería otro gasto adicional.”

Actualmente la USAF cuenta con una flota de 76 bombarderos B-52H, los cuales entraron en servicio durante la década de los sesenta del siglo pasado, pasando a ser entonces un elemento esencial de respuesta nuclear a la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en el marco de la Guerra Fría, convirtiéndose así en la plataforma aérea principal de la tríada nuclear de Washington.

Estas capacidades de ataque nuclear se desactivaron en el año 2015 para cumplir los acordado en el New START, que estipulaba una importante reducción de ojivas nucleares desplegables, haciendo que fuere innecesario continuar sosteniendo el gasto en unos 30 aviones B-52. En caso de que se materialice la propuesta del legislativo norteamericano, la flota de Stratofortress volvería a ser la punta de lanza de respuesta nuclear, esta vez acompañado ya de los nuevos B-21 Raider. (Julio Maíz)

 


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