En el marco de la actual escasez de explosivos, como resultante de la fuerte demanda de municiones en Europa y la OTAN, y promoviendo, a la vez, la independencia europea de las importaciones de ultramar en este sector, Rheinmetall ha ganado un contrato multimillonario para establecer una fábrica de explosivos en Várpalota, Hungría. En realidad, todo el proyecto está considerado como una inversión estratégica de Hungría en cooperación con la firma Rheinmetall.
El grupo alemán ha anunciado así que su filial sudafricana, Rheinmetall Denel Munition Pty (Ltd), suministrará la tecnología para la nueva planta húngara, en la que se fabricarán explosivos RDX (Research Department eXplosive). Según el contrato, suscrito a medianos del pasado mes de diciembre, la construcción y gestión de la planta correrá a cargo de una empresa conjunta formada por Rheinmetall y N7 Holding, una sociedad estatal húngara.
La fase de planificación ya ha sido completada y el proyecto comenzará a ejecutarse en 2023, por lo que la producción puede empezar en 2027. Los explosivos producidos en la nueva planta se podrán utilizar para municiones de artillería, tanques y morteros, entre otras aplicaciones. El contrato, con una inversión de varias decenas de millones de euros, cubre el suministro de ingeniería de planta, tecnología y conocimiento de procesos, así como la documentación asociada, capacitación y todas las actividades necesarias para lograr una producción a gran escala.
Una vez completada y asumida por el estado húngaro, Rheinmetall AG será el principal cliente de los explosivos producidos por la planta. (Antonio Ros Pau)
Fotografía (Rheinmetall)