La Oficina Conjunta de Programa Bell Boeing ha recibido un contrato del Departamento de Defensa estadounidense valorado en 4.191,5 millones de dólares para la construcción de 58 convertiplanos V-22 Osprey en varias configuraciones.
En este gran contrato destacan los 39 CMV-22B para la Marina estadounidense, la versión diseñada para dar apoyo a los portaviones. Además se incluyen 14 MV-22B para el Cuerpo de Marines, 1 CV-22B para la Fuerza Aérea estadounidense y cuatro MV-22B para el Ministerio de Defensa de Japón.
Este contrato es el primero de gran importancia para los primeros aparatos, que se suma al del año pasado en el que se encargaron los componentes para las primeras seis aeronaves.
Esta variante del convertiplano V-22 Osprey se encargará de mantener el suministro a los portaaviones estadounidenses, misión conocida como Carrier-On-Board Delivery o COD. La aeronave realizará el apoyo logístico de largo alcance a los grupos de combate de portaaviones (Carrier Strike Group o CSG), transportando personal, suministros, correo o motores de aeronaves. Realizará esta tarea desde las bases de la U.S. Navy hasta los portaaviones y los buques que los acompañan.
La nueva versión se deriva del MV-22B, la versión diseñada para la infantería de marina estadounidense para tareas de transporte de asalto y transporte desde los buques hasta la costa. Sin embargo incorporará tres cambios, un nuevo sistema de combustible que le permitirá aumentar su alcance, un equipo de radio de alta frecuencia de largo alcance y un sistema de audio para comunicarse con los pasajeros.
La principal modificación es la que se refiere al sistema de combustible que permitirá un mayor alcance, para ello se rediseñará el fuselaje, concretamente se agrandará la parte inferior de los costados, (conocidos como escalones del chasis inferior) que constituirá la única diferencia externa con el MV-22B. Además de las misiones COD, se han determinado como misiones secundarias la recuperación de personal incluyendo Búsqueda y Rescate (SAR por sus siglas en inglés), y guerra especial, como la inserción de unidades de fuerzas especiales navales, los conocidos como SEALs.
En enero 2016 la U.S. Navy anunció que sustituiría al veterano avión de transporte C-2A Greyhound por una versión del V-22. El Secretario de la Navy, Raymond Mabus, el Jefe de Operaciones Navales, almirante Jonathan Greenert y el general de marines Joseph Dunford firmaron un Memorandum of Understanding (MOU) para la compra de cuatro Ospreys al año a un precio de 68 millones de dólares cada uno.
Según ese MOU, los primeros aparatos resultarían de la retiradas de la línea de producción de doce Ospreys MV-22B de los marines que serían modificados para la Navy. Los marines se encargarán de la formación de los pilotos de la Navy dada su experiencia más dilatada con esta aeronave. En abril 2016 la U.S. Navy aprovechó el evento Sea Air Space para anunciar que tiene planes para adquirir hasta 44 de estos nuevos Ospreys, cuya fabricación comenzaría este año y que empezarán a ser entregados en 2020. (José Mª Navarro García)
Fotografía: CMV-22B (Boeing)