Adquirieron hace un par de años algo más de doscientos vehículos de combate de un novedoso diseño concebido por la compañía alemana Rheinmetall, los KF41 Lynx, cuya fabricación en tierras húngaras se intensificó a principios del año pasado.
Encuadre de la torre que permite ver algunos sensores, la pieza principal de 39mm, los lanzadores para actuar contra amenazas, o la ametralladora en montaje RCWS. Foto: Octavio Díez Cámara
Se trata de un vehículo de combate de cadenas pesado que aporta movilidad, contundencia y notable robustez ante los rigores del campo de batalla actual. Hungría, que recibió ejemplares inicialmente manufacturados por los alemanes, los produce ya en una planta local situada en Zalaegerszeg y de la que se sabe opera una empresa conjunta con el 51% del capital de origen alemán y el resto aportado por el Estado húngaro.
La previsión inicial es que los primeros lotes de los que han puesto a punto localmente llegasen a las unidades a mediados de 2024. En Eurosatory, Rheinmetall exhibía uno de estos pesados KF41 Lynx junto a sus tripulantes, personal con el que mantuvimos una conversación sobre el material que manejan. Nos confirmaron que es especialmente reciente y que para usarlo han realizado diversos cursos formativos en función de las tareas que tengan asignados.
Especialmente intensa ha sido la preparación con estos carros de combate para operar con la torre tripulada biplaza tipo Lance que incluye un potente cañón de 30 milímetros y sensores para apuntarlo diligentemente contra sus objetivos tanto de día como de noche.
Los KF41 Lynx del Ejército de Hungría cuentan con un camuflaje multitono que se puede observar en las imágenes adjuntas. Sobre sus capacidades, y teniendo en cuenta que el coste inicial por ejemplar se barajó cuando se compraron que era de nada menos que 8 millones de euros, señalar que es relevante el hecho que cuenten con un motor diesel que proporciona 1.140 caballos para mover una masa que pesa cerca de 40 toneladas y mide 7,7 metros, con espacio en su interior para los tres tripulantes y un contingente de seis efectivos completamente equipados.
Hungría, por lo que sabemos y se ha difundido, optó por una solución que parece especialmente inteligente que apostaba por un tecnólogo bien conocedor de lo que supone diseñar, fabricar y mantener vehículos de combate y generar una capacidad propia de manufactura de los KF41, que seguramente les va a servir para generar sinergias de cara a futuros programas de compras.
Los húngaros están especialmente activos de cara a producir localmente una versión del carro de combate KF51 Panther, que emplea una barcaza casi idéntica al Leopard 2, para mejorar el potencial de combate de su Ejército.