Último exponente de una familia de larga tradición política en Uruguay, país al que ha dado 4 presidentes en los últimos 150 años, Jorge Batlle fue el primero en, aun con una filiación política completamente occidentalista, firmar un amplísimo acuerdo en materia de Defensa con Rusia, a través del cual se liquidó la antigua deuda mantenida por la URSS con el país, por las importaciones impagas de grandes cantidades de productos agropecuarios, mediante la entrega de equipamiento para las Fuerzas Armadas.
El cconvenio ruso-uruguayo de 2002 ha sido la base de posteriores ampliaciones, la última muy reciente y continuadora del mismo en sus puntos fundamentales. Una de sus peculiaridades fue la pactada entrega de equipos para un teatro de operaciones lejano a Uruguay, el Congo, donde las tropas uruguayas ya se integraban en importante número en la MONUSCO. Se trataba de fusiles de asalto AK 101 y 102 (con lanza granadas GP-30 yy GP-25 de 40mm montados), lanzacohetes RPG 7V2 con municiones antitanque y termobárica, visores nocturnos y designadores laser, recibidos a principios de 2005, destinándose algunas unidades para entrenamiento en el Batallón de Infantería Paracaidista No. 14, basado en la localidad de Toledo, próxima a Montevideo.
Antes, en noviembre del año 2001, el parque de camiones URAL, inicialmente compuesto con vehículos ex RDA en 1993, se completaba con nuevos vehículos, llegando a alcanzar cerca de 400 unidades, provistos por la empresa Rosoboronexport, a fines del año 2002 (200 de ellos con Motores Andoria),así como ambulancias GAZ-3221 Gazel y buses Golaz. También llegarían centenas de vehículos todo terreno UAZ-469 que, como los anteriores, se enviaron a los contingentes uruguayos en la MONUSCO y a los destacados en Haití en la MINUSTAH.
Precisamente durante el gobierno de Jorge Batlle Uruguay alcanzó su representación más expresiva en Misiones Internacionales de Paz, ya sea con efectivos especificamente insertos en las mismas o con observadores en diversas partes del mundo. Además, durante esa administración, por primera vez la Fuerza Aérea Uruguaya mantuvo una unidad, con aeronaves propias (Bell 212) en el continente africano, en Eritrea, que por su eficiencia y desempeño obtuvo sendas condecoraciones y que en la actualidad cumple similares funciones en el Congo.
Batlle también reintroduciría a Italia como proveedor de material naval para Uruguay, lo que no sucedía desde los años 30, con los hidroaviones Cant y las lanchas de patrulla costera, incorporando en presencia del entonces presidente de aquel país, Carlo Azeglio Ciampi, en 2001 la Lancha Hidrográfica Trieste ( Clase 100 A/1.1 NAV.S.ST), cedida por la Academia Marítima de esa ciudad tras firmarse un "Convenio de formación para la seguridad fluvio marítima", entre Uruguay y la UE, portadora de diversos tipos de sensores, en la época, muy sofisticados. Jorge Batlle, además, fue, discretamente, un aficionado a los temas de defensa y seguridad, lector de muchas columnas especializadas, nacionales e internacionales. (Javier Bonilla)
