Con un sólo Cessna A-37 B, a meses de ser desprogramado y hoy mismo con dudosa operatividad, se celebra un nuevo aniversario de la creación, en ese entonces aún en la órbita del Ejército, del Escuadrón Aéreo No. 2 (Caza) de la Fuerza Aérea de Uruguay.
Contó en su inicio, desde 1951 hasta 1980, con 25 North American F-51D 20- NA Mustang, 23 arribados en vuelo desde USA, con sede transitoria en la Base Aérea No.1 (Carrasco).
Debido a su altísima disponibilidad de vuelo y al complejo escenario regional en los primeros años de la década de los años 50 (Perón en Argentina, Vargas en Brasil, Paraguay saliendo de una guerra civil…) la ayuda estadounidense a Uruguay aumentó y, hacía 1956, llegarían los primeros Lockheed T-33-A, seguidos en 1958 por los Lockheed F-80 C1 y C10, Shooting Star, los cuales, volando hasta los años 70, fueron los únicos cazas a reacción puros de la FAU. Entre ambos reactores Lockheed, la Fuerza Aérea Uruguaya llegó a volar casi 40 ejemplares.
Entre 1976 y 1977 arriban 8 Cessna A-37B "Dragonfly" nuevos, los cuales sufrieron una alta tasa de accidentabilidad, especialmente después de 1985, por la disminución de horas de entrenamiento o dificultades en los recursos para mantenimiento- ante lo cual se adquieren otros 6 ejemplares (usados) en 1987- entre otros factores, agravados desde 2003.
Tras otro accidente mortal sufrido el 12 de agosto de 2016, en el que sus dos tripulantes fallecieron y la última aeronave originalmente adquirida en 1976 resultó completamente destruida (casi pulverizada y con posibles dificultades previas de eyectores para sus pilotos), toda la reducida y restante flota de aeronaves que se encontraba en servicio en Uruguay recibió nuevos asientos eyectables Martin Baker MK -8UY, suplantando a los viejos y vencidos Weber, buscando alargar la vida útil del modelo, del cual en 2014 se incorporan otras tres unidades cedidas por Ecuador. Fuerza Aérea Uruguaya está abocada a sustituir los viejos Dragonfly.
Ofertas de cazas para la FAU
Se registraron una cantidad inmensa de ofertas, desde algunos F5 suizos, cuyo trámite se interrumpió por fisuras en la base de sus alas - aunque luego terminaron volando en escuadrones "agresores" privados estadounidenses -hasta el ruso Yak 130, el chino L-15 o el Leonardo M346, el cual teórica y académicamente es el que más impresiona a los oficiales uruguayos.
Además de ofrecimientos por los nuevos L-39NG checos, o L159 reacondicionados, así como sobredimensionados IAI Kfir C10, o Embraer Super Tucano, se han registrado varias gestiones relativas a British Aerospace Hawk 67 ex Corea del Sur, o Hawk 100 y 200, en ambos casos totalmente reacondicionados, modernizados, artillados ,con miles de componentes de repuesto y la opción a data link . En ambos casos, también opcionalmente, podrían incluirse aeronaves Tucano ex Francia, igualmente actualizados para reactivar simultaneamente al Escuadrón Aéreo 1 (Ataque), cuyos IA 58 Pucará fueron dados de baja en 2017.
De no tomarse una resolución referente a próxima incorporación de equipos en los siguientes 180 días, la operatividad de la Fuerza Aérea de Uruguay en materia de combate y defensa de la soberanía aeroespacial será eventualmente nula, sujeta apenas a dos lentos Pilatus PC7, apenas artillados, con más de 21 años de servicio en el Escuadrón de Vuelo Avanzado, cuya funcion real es el adiestramiento y distribución posterior de los oficiales recién graduados y no tareas propiamente bélicas. (Javier Bonilla)