(defensa.com) El ministro de Defensa australiano David Johnson anunció que su Gobierno está estudiando el F-35B, la versión STOVL del F-35, para desplegarlo en los buques LHD de la Marina de guerra, basados en el Buque de Proyección Estratégica del astillero español Navantia. El ministro reconoció que aunque se trata de un avión más caro y con menor alcance, constituye una opción interesante para su país puesto que la cubierta de vuelo es suficientemente robusta para operar hasta seis de estos aviones simultáneamente.
Aunque supondría retos técnicos adicionales, el ministro confirmó que se podrían abordar, considerándolo viable.
De esta manera los LHD Camberra y Adelaide, podrían disponer de una capacidad de proyección de poder aéreo sin precedentes y en la línea de lo que desplegarán los marines estadounidenses y la marina del Reino Unido. Australia se posiciona en la línea de la Armada española, cuya pretensión es disponer algún día de la misma combinación de aeronave y buque que reemplace a la actual unidad aérea embarcada formada por veteranos Harrier. Aunque la situación presupuestaria actual no lo permite la Armada ha reconocido que disponer de esta aeronave y sobre todo de un segundo buque LHD es uno de sus objetivos para el futuro.
Recordemos que Australia, al igual que España, decidió incluir en el diseño de sus LHD la sky jump de proa a pesar de que inicialmente los buques solo iban a estar dotados de helicópteros. Sin embargo disponer de esta rampa permitiría en el futuro la operación de aviones de despegue corto como el Harrier o el F-35B. De esta manera se podría extender la colaboración que vienen manteniendo las marinas de guerra de ambos gobiernos a un hipotético programa destinado a integrar una pareja formada por un buque que ambos países ya operan con una aeronave que esperan poder operar en el futuro.
Australia ya forma parte del grupo industrial que fabrica el F-35, y ha pedido los dos primeros aviones que llegarán a Australia en 2018. La compra de otros doce aviones está aprobada aunque aún no ha sido formalizada. Dados los problemas detectados en el programa y los retrasos acumulados estos catorce aviones podrían no estar listos en un escuadrón operacional antes de 2021 y las órdenes para el resto de aviones podrían alargarse hasta 2030, cuando los F-18 que opera actualmente consuman su vida útil.
El gobierno australiano ha anunciado su intención de comprar hasta 72 aviones F-35 en su versión convencional F-35A, sin embargo este pedido podría reestructurarse a favor de cierta cantidad de aviones F-35B. Esto sin embargo requeriría simuladores adicionales, repuestos y otras complicaciones a la de por sí compleja cadena de suministros del avión.
El F-35B es la versión de despegue corto y aterrizaje vertical especialmente diseñada para su empleo desde buques portaaeronaves, al estilo de los Harrier. (J.N.G.)