Tras abrir Argelia a Francia su espacio aéreo para que pudiera alcanzar sus objetivos en Malí, aviones de combate de la Fuerza Aérea francesa han disparado contra las bases utilizadas por los combatientes vinculados con Al-Qaeda en Gao, la principal ciudad en el norte de Malí. La intervención francesa ha obligado a los insurgentes islamistas a huir, mientras se adelantan los preparativos para la intervención africana.
El avance de los rebeldes en una ofensiva que les habría permitido tomar la ciudad de Konna, a unos 60 kilómetros de Mopti y a 600 de Bamako, precipitó la decisión del Ejecutivo francés de actuar sobre el país africano, que reiteradamente ha solicitado a la comunidad internacional la necesidad de intervenir en Malí para lo que, hasta la fecha, se baraja la intervención de una misión internacional africana formada por unos 3.500 soldados .
“La operación durará el tiempo que sea necesario y se realiza dentro del marco de la legalidad internacional”, declaraba Hollande. El presidente francés respondía así a la petición de ayuda formulada por el Gobierno de Dioncounda Traoré en su lucha contra los rebeldes islamistas que controlan el norte del país.
“Malí se enfrenta a una agresión de elementos terroristas de los que todo el mundo conoce la brutalidad el fanatismo”, precisaba Hollande. Como respuesta, los yihadistas, a través de un responsable del Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (Mujao), han amenazado con “golpear el corazón de Francia, en Bamako, en África y en Europa”.
España, Reino Unido, Alemania y EEUU fueron los primeros en mostrar su apoyo a la acción militar gala. Por su parte, el Consejo de Seguridad pedía el viernes el «despliegue rápido” de la Fuerza Internacional de Apoyo a Mali (MISMA) aprobada en diciembre.