Ayer miércoles concluía en liberación el apresamiento por parte de Irán de dos embarcaciones ligeras de la U.S. Navy en las que viajaban diez marinos cuando se encontraban en aguas territoriales iraníes en la región del Golfo Pérsico. Se trataba de dos buques de casco rígido del tipo Riverine Command Boats en las que viajaban cinco marinos en cada buque, concretamente nueve hombres y una mujer.
Una vez que Estados Unidos perdió comunicación con los buques se puso en marcha un operativo de rescate desde el grupo de combate del portaaviones Harry S. Truman que no tuvo éxito. Posteriormente el Gobierno estadounidense se puso en contacto con el gobierno iraní que confirmó que los marinos se encontraban a salvo pero retenidos por la Guardia Revolucionaría iraní (IRCG). La agencia oficial iraní Fars afirmó que los buques se habían adentrado más de una milla en las aguas territoriales iraníes y por eso fueron interceptados. Según la misma agencia, la Guardia Revolucionaría iraní confiscó equipos de posicionamiento GPS para probar si los estadounidenses estaban espiando alrededor de las aguas iraníes.
Los motivos por los que ambas embarcaciones se encontraban en las aguas territoriales iraníes se han atribuido a un fallo en su sistema de pilotaje y no de forma intencionada. Asíl lo ha explicado oficialmente Irán justificando la liberación de los militares.
Este es el segundo incidente de importancia en la zona del Golfo Pérsico, donde tiene su sede la Quinta Flota estadounidense con sede en Bahrein, ya que hace dos semanas, un entrenamiento con lanzamiento de cohetes supuso que algunos impactaran a escasos 1.500 metros del portaaviones USS Harry S. Truman. (José Mª Navarro García)
Fotografías: Riverine Command Boats como las apresadas por Irán (US DoD)