Dentro del fuerte impulso a las inversiones económicas en Defensa de Japón -un 27,4% más que en 2022- que se manifiesta en el Presupuesto para 2023 se incluyen una serie de programas de armas hipersónicas y de largo alcance que buscarán obtener recursos y tecnologías militares para actuar, de forma diligente, precisa y efectiva, contra distintos tipos de objetivos conocidos o de oportunidad.
Japón, una nación con un fuerte sentimiento social pacifista, está cambiando su política militar para reaccionar con energía ante determinadas amenazas que, provenientes tanto de China como de Corea del Norte y hasta Rusia, se ciernen en el horizonte como una hipótesis que cada vez cobra más realismo. El país impulsa su Defensa con medios con los que hacer frente al lanzamiento sucesivo de misiles balísticos por parte de los coreanos, algunos de los cuales han caído en su área económica exclusiva, y a actividades de los chinos en áreas circundantes a las numerosas islas que componen el país.
Sus objetivos buscan impulsar las capacidades defensivas de largo radio de acción apoyadas por una constelación de satélites que recojan información y detecten objetivos, mejorar sus estructuras de Inteligencia y Mando y Control para una mejor respuesta ante cualquier amenaza, e integrar los medios antiaéreos con los antimisil para derribar a gran distancia objetivos balísticos, furtivos o convencionales en vuelo.
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Imagen conceptual de una de las armas hipersónicas en las que ya estarían trabajando los japoneses para contrarrestar distintas amenazas. (MD Japón)
Dentro de los proyectos con que Japón se va a dotar se incluye una nueva versión del misil Type 12 con 1.000 km de alcance que podrá ser lanzado desde plataformas costeras y desde aviones hacia navíos adversarios. Van a impulsar la investigación y producción de proyectiles de hipervelocidad HVGP (Hyper Velocity Gliding Projectile) destinado para, con su elevadísima energía cinética, impactar en objetivos terrestres de alto valor. Con ellos podrán hacer frente a armas hipersónicas como los vehículos HGV (Hypersonic Glide Vehicle).
Nuevas capacidades
La panoplia de armas en el arsenal de Japón, apoyada con medios tan sofisticados como los aviones RC-2 de obtención de Inteligencia, avanzará para conseguir misiles hipersónicos que vuelen por encima de 5 veces la velocidad del sonido, carácter que los hace difícilmente neutralizables.
Complementarán a misiles antibuque furtivos y de largo radio de acción de un nuevo tipo modular que permita su adaptación a distintas misiones, armas que serán complementarias a los estadounidenses JASSM (Joint Air-to Surface Stand-Off Missile) que emplearán desde sus cazabombarderos F-15 “Eagle” a cuatrocientos misiles de crucero “Tomahawk” que desplegarán en los lanzadores verticales (VLS, Vertical Launching System) de sus navíos.
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El concepto JADGE japonés prevé satélites de alerta para detectar misiles balísticos que serían neutralizados con armas lanzadas desde buques y desde emplazamientos terrestres. (MD Japón)
La parte ofensiva reseñada será, dentro de un novedoso concepto de Defensa, complementaria al concepto defensivo JADGE (Japan Aerospace Defense Ground Environment) que usará armas navales como el SM-6 y terrestres como los “Patriot” PAC-3 MSE o los Type-03 modificados para, apoyados en instalaciones de radar fijas, radares móviles TPS-102A o aviones AWACS (Airborne Warning and Control System) para interceptar misiles balísticos en vuelo.
Japón va a apostar, con una inversión de más de 100 millones de euros, por investigar en cañones eléctricos capaces de disparar proyectiles a altísima velocidad con los que interceptar amenazas aéreas; por cierto, Japón apuesta por instalaciones fortificadas donde mantener y almacenar sus armas hipersónicas más valiosas y almacenar combustible estratégico. (Octavio Díez Cámara)
