La realidad militar más reciente ha hecho que los drones, en sus múltiples configuraciones, se estén convirtiendo en una herramienta o un arma más a disposición de los ejércitos de los distintos países. Malasia, que lleva ya unos años aplicándose en fortalecer las capacidades de sus Fuerzas Armadas con las tecnologías más recientes, acabada de recibir el primer lote de un novedoso dron que les permitirá realizar cometidos de reconocimiento y vigilancia.
Se trata del modelo FlyEye y lo oferta internacionalmente la firma polaca WB Group. Se ha informado por parte de esta última, que lleva ya suministrando sus equipos a numerosos países en un número que superar el millar de ejemplares, que militares de Malasia han recibido su capacitación para operar estos drones en sus instalaciones de Silesia (Polonia).
Los FlyEye son unos drones desarrollados por la compañía Flytronic, con sede en Gliwice. Los comenzaron a fabricar para las Fuerzas de Operaciones Especiales polacas y después pasaron a suministrárselos a otros colectivos militares del país. Entre sus usuarios está Ucrania que los comenzó a recibir ya en el año 2015.
FlyEye es un equipo portátil. Se puede desmontar en dos mochilas y transportar con facilidad al punto en el que se desee usarlo, siendo ambos operadores los que lo montarán, harán que despegue desde la mano de uno de ellos y controlarán su vuelo en beneficio de sus notables capacidades de observación gracias al módulo de vigilancia con cámaras diurnas y nocturnas; su recuperación es fácil gracias un paracaídas que permite que el módulo de vigilancia llegue al suelo intacto, a la vez que el dron llega de forma separada.
Malasia recibe un número de trece de los sistemas FlyEye que contrató en fecha tan reciente como mediados de noviembre de 2024 dentro de una licitación valorada en poco más de dos millones de euros.
Sobre la plataforma en sí, señalar que tiene una envergadura de 3,6 metros y una longitud de 1,8, siendo capaz de volar durante dos horas y medio y alcanzar velocidades punta de hasta 180 kilómetros hora gracias a su impulsor eléctrico especialmente silencioso. Sus operadores pueden controlarlo gracias a un canal de control que tiene casi doscientos km de alcance. (Octavio Díez Cámara)