(defensa.com) El Ministerio de Defensa nipón ha solicitado al gobierno 55 millones de dólares (unos 42 millones de euros) para acometer el montaje y las primeras pruebas del caza de quinta generación ATD-X Shinshin, a partir del año que viene. El monto se destinará fundamentalmente a los test de vuelo, incluyendo la prueba de motores, turborreactores de doble flujo de derivación con postcombustión XF5-1, a grandes alturas y a los ensayos de resistencia del casco del avión. Fue en marzo 2012 cuando comenzó el proceso de ensamblaje del primer prototipo, que se convertirá en el primer caza de fabricación 100% nipona en los últimos 70 años.
El proyecto nacía hace diez años impulsado por la necesidad del país de contar con su propia tecnología para fabricar aviones de combate. El contratista encargado del diseño y la ejecución de la fase de pruebas, que podrían empezar en 2014, es Mitsubishi Heavy Industries (MHI), mientras que será el propio Gobierno japonés, a través de la Fuerza Aérea y el Departamento de Desarrollo e Investigación Científica del Ministerio de Defensa nipón (ITDR) el que se encargará de ultimar los detalles.El ATD-X ("Advanced Technology Demonstrator – X") sustituiría a los F-2 Mitsubishi (la edición nipona de los F-16 Fighting Falcon) que opera la Fuerza Aérea. Cuenta con la última tecnología en furtividad, está dotado con un radar multimodo con sistema de antena de fase activa, tendrá14,1 metros de largo y 4,5 metros de alto, con una envergadura de 9,01 metros y un peso máximo al despegue de 8 toneladas.