El Ministerio de Defensa, la Fuerza Aérea de Chile (FACh) y ENAER presentaban el pasado año oficialmente el Proyecto Pillán II, el nuevo sistema de instrucción de vuelo para los pilotos de la FACh. Desde su estand en LAAD, ENAER está impulsando el nuevo sistema de entrenamiento en el mercado latinoamericano.
Desarrollado por la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER) el programa es un ecosistema concebido para el entrenamiento de las tripulaciones de la FACh, así como personal de mantenimiento. De esta forma, aborda no solo la producción de un nuevo avión, sino también todos sus sistemas periféricos de apoyo en tierra: simulador de vuelo, sistema de planificación de misión y otros elementos.
Hablamos de un diseño completamente nuevo. El desarrollo de sistemas de tierra busca familiarizar al piloto-alumno con los equipos tecnológicos más sofisticados que encontrará posteriormente a los mandos de las aeronaves de la FACh. Se pretende con todo ello una fácil transición que permita a los pilotos instruidos en esta aeronave coger los mandos de las que hoy opera la Fuerza Aérea chilena.
El Programa Pillán II marca, además, un hito, en tanto con él se retoma la fabricación de aeronaves en Chile, activa las capacidades de producción disponibles en ENAER y en otras empresas del país y permitirá la implementación de ingeniería y tecnología aeronáutica de punta en la industria nacional, integrando al país, a través de ENAER, en el grupo de fabricantes aeronáuticos y diversificado, a la vez, los productos chilenos más allá de la venta de “commodities”.
El relevo del T-35
Con el Pillán II se tendrá, a partir de 2027-28, un nuevo sistema de entrenamiento avanzado y de la más alta tecnología. Está llamado a ser el reemplazo de la treintena de T-35A/B/E Pillan, el avión de instrucción actualmente en servicio, utilizado desde 1985 por la FACh, operativos en la Escuela de Aviación, en la Base Aérea El Bosque, en la capital del país.
El programa contempla la construcción de 33 aeronaves y sistemas asociados, con una inversión de 142 millones de dólares durante un periodo de 8 años. Contará con una nueva planta propulsora y se proyecta la realización de una versión con turbohélice de mejores prestaciones. La cabina será del tipo Glass Cockpit e integrará un sistema de “debriefing” digital desarrollado en Chile por DTS, filial de ENAER.
ENAER prevé que el primer vuelo del T-35 Pillán II tenga lugar en 2023, como nos explicó Henry Clevelan, su Director Ejecutivo, “el desarrollo va de la mano de las nuevas exigencias que el futuro piloto militar enfrentará en su carrera, estrechando el espacio tecnológico al nivel superior que significan los Cessna CJ-1 y los Super Tucano”.
El Proyecto Pillan II se presentó oficialmente en octubre de 2022.
Exportación
Los trabajos derivados del contrato con la FACh con ENAER se extenderán durante 8 años, y el soporte de postventa permanecerá durante toda la vida útil de la flota, que será de más de 30 años, generando en este período empleos adicionales para atender los requerimientos técnicos y logísticos del Sistema Integrado de Instrucción de Vuelo.
Dada la experiencia ganada por ENAER en la producción del T-35 Pillan, la compañía afronta con confianza las posibilidades de exportación de su nuevo avión entrenador, repitiendo el exitoso programa que permitió la venta de 140 aviones de la primera versión a 7 países. Aún se emplea, fuera de Chile, para la formación inicial de pilotos militares en el Ejército del Aire y el Espacio español, Panamá, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Paraguay.
Su éxito contribuyó a desarrollar la industria nacional de Chile con bienes de alto valor agregado. En este marco, considerando el potencial del Proyecto Pillan II, ENAER promoverá el nuevo entrenador como reemplazo natural del T-35 Pillan entre los actuales usuarios, como también para otros operadores que requieran un sistema de instrucción de vuelo de esta naturaleza. Ya ha habido, de hecho, interés en algunos países de la región para recibir información del Pillan II.
Generación de empleo
En el desarrollo del programa destacó la amplia colaboración de universidades y centros de investigación nacionales, participando en el diseño inicial de los sistemas del Pillán II –además de ENAER y su filial DTS- investigadores y alumnos de las universidades de Chile, de Concepción, Bernardo O’Higgins, de Talca, de La Serena y Federico Santa María, en diversas disciplinas.
Este programa contempla la creación de aproximadamente 300 empleos directos para ingenieros, técnicos y operarios con diferentes especialidades en áreas, como el diseño del avión, desarrollo de procesos y fabricación de partes y conjuntos estructurales metálicos y de materiales compuestos, componentes eléctricos, implementación de líneas de montaje y ensamblaje de los aviones y sus sistemas, además de pruebas y certificación de los mismos.
Además, considerando el tamaño de la flota, se estima la creación de 100 empleos permanentes para ejecutar los procesos de mantenimiento de los aviones y sus sistemas asociados a lo largo de la vida de servicio del sistema. Asimismo, se contratarán los servicios de pequeñas y medianas empresas (PYME) en todo Chile. Se han identificado 20 áreas de cooperación con potenciales proveedores de las industrias metalmecánica, eléctrica y electrónica, de servicios de ingeniería y de prototipado para la provisión de elementos metálicos y no metálicos. La contratación de estas PYME para el Proyecto Pillan II generará así empleos adicionales.