(defensa.com) Según la publicación brasileña "Época", perteneciente al grupo de comunicación Globo, un grupo apreciable de oficiales navales brasileños descartaría la modernización del A-12 debido a que ese proceso insumiría unos 400 millones de dólares para mantener activo a un buque construido en 1960 y que ha pasado, desde el año 2000 en que fue adquirido a Francia como "Mariscal Foch”, casi 11 años en dique o en áreas portuarias, sufriendo accidentes e incidentes -algunos de ellos de muy dudosa explicación- que han costado varias vidas y desprestigio en torno a la embarcación, la cual registra una utilización mucho menor a su antecesor, el A-11 "Minas Gerais", y altísimos costos operativos frente a su escasa navegación.
Actualmente la empresa de ingeniería y arquitectura naval con sede en Houston, Zentech, lleva a cabo una inspección completa y evaluación sobre el casco de acero del Portaaviones “São Paulo”, valorando la posible actualización del buque insignia de la Armada de Brasil. El trabajo inicial de Zentech implica la inspección de corrosión, evaluación del estado y el análisis detallado de la integridad del casco, incluyendo la recreación de modelos 3D para ver con precisión los resultados del casco, la medición de la nave para el trabajo analítico más detallado y, en un último análisis, proporcionar recomendaciones sobre la posible sustitución del acero, proceso costoso sobre el que existen diversas opiniones.
Por otra parte, se habrían registrado dificultades operacionales con la serie actual de radares Scanter 4100 que equipan a los patrulleros oceánicos clase "Amazonas" (programa discontinuado por BAE, y originalmente destinado a Trinidad & Tobago), se ignora si imputables al sistema, a falta de entrenamiento o de documentación técnica. Además, existen fuertes dudas acerca de si la desprogramación sorpresiva de la corbeta V-33 "Frontín"- sólo 10 años después de haber sido incorporada- pudiera deberse a evitables errores de mantenimiento, dentro de un panorama que se complica no solo por los rumores que apuntan a que Embraer tampoco habría recibido recursos para proseguir con la modernización de los A-4 aeronavales (programa que no parece muy prioritario para ninguno de los involucrados), sino por la reciente avería en misión a Puerto Príncipe del Navío Dique de Desembarque (NDD) “Ceará”,- ex USS “Hermitage” - registrando una falla generalizada en sus motores y afectando seriamente a sus sistemas eléctricos, lo que lo dejó casi a la deriva en las costas de Guyana Francesa.
El navío está siendo remolcado a la ciudad de Belém, en cuya base naval será reparado, mientras el NDCC “Almirante Saboia” retomará la misión, trasladando hacia Haití al contingente de fusileros navales y abastecimientos para la dotación brasileña en la MINUSTAH. (Javier Bonilla)